Ya hace un mes que Rafa Castaño se hizo con los 2,272 millones de euros del bote de Pasapalabra y aún no ha podido volver a anonimato que tanto ansía. El sevillano, de 33 años, intenta recuperar un poco de vida íntima tras convertirse en una de las caras más conocidas de la televisión tras su paso por el concurso de Antena 3.

Junto a él, Orestes Barbero, quien se llevó un acumulado de más de 215.000 euros que le ha permitido, entre otras cosas, realizar un gran viaje por Tierra Santa, tal y como Levante-EMV desveló en exclusiva esta pasada Semana Santa 2023.

Rafa Castaño, tras ganar el bote de Pasapalabra

Rafa Castaño ha vuelto a saltar a la luz pública tras conceder una entrevista a la revista Pronto en la que desvela cómo es su relación con Orestes en la actualidad, así como diversos aspectos de su vida privada.

Y si ha causado sensación su prácticamente inexistente relación con el que durante meses fue su rival y amigo, Orestes Barbero, más conmoción si cabe ha generado su forma de gastar los millones de euros que ha conseguido en Pasapalabra.

Sobre Orestes, Rafa Castaño ha asegurado que habla poco con él y que no siente que deba regalarle nada puesto que el burgalés ganó un buen pellizco de dinero tras su paso por este popular concurso. "¿Regalarle algo? Se ha llevado 220.000 euros; no se ha ido con las manos vacías, pero si voy a Burgos, seguro que nos tomaremos una cerveza".

En su momento ya dijo que invitaría a Orestes a una cerveza si se veían y, aunque admite que la relación entre ambos es buena, reconoce que "fuera de los platós no hablamos mucho".

Rafa Castaño y Orestes Barbero, el día que el primero ganó el bote de Pasapalabra.

Acerca del bote de Pasapalabra y descontando lo que se ha quedado Hacienda del suculento premio, Rafa Castaño ha afirmado que no necesita grandes lujos y que, por lo tanto, no lo está empleando en comprarse cosas que antes no estaban al alcance de su bolsillo.

Ya antes de ganar el bote de Pasapalabra, el sevillano avanzó que si finalmente era para él, lo utilizaría para ganar en tranquilidad y dedicarse a trabajar en lo que quisiera, sin prisas ni agobios, en ahorrarse estrés y problemas de corazón.

Y, al parecer, lo está cumpliendo a rajatabla. Rafa Castaño, según ha aseverado en la entrevista, no tiene interés en acumular lujosos bienes materiales. "No quiero un piso, ni un coche ni lujos, porque no los necesito", dijo.

Puede sonar raro, como él mismo reconoce, pero en lo único que piensa a la hora de gastarse el bote de Pasapalabra es en algo tan sencillo como "comprar libros, tumbarme y leérmelos", además de "comer y viajar". Placeres humildes y sobrios para un concursante, Rafa Castaño, que siempre ha hecho gala de una gran discreción y sinceridad.