Más de 1,6 millones de euros. Eso es lo que guarda el bote de Pasapalabra, un premio al que aspiran los dos concursantes que pelean por él desde hace meses.

Moisés Laguardia y Óscar Díaz se enfrentan cada tarde en las pantallas de Antena 3 para intentar hacerse con el dinero en un duelo que cada vez se asemeja más al que protagonizaron Orestes Barbero y Rafa Castaño en su momento. Hasta que uno de los dos se lleva el bote de Pasapalabra.

Óscar y Moisés, sus duelos en Pasapalabra

Los duelos entre Óscar y Moisés se repiten día tras día de lunes a viernes. En ocasiones, aunque el concurso empiece de una determinada forma, luego la realidad puede sorprender a todos: invitados, público y, por supuesto, concursantes, que ven cómo de tener todas las posibilidades del mundo, de repente, pasan a quedarse sin opciones de ganar el bote de Pasapalabra.

Todo puede suceder en este veterano concurso que, en la actualidad, se emite en Antena 3. Prueba de ello es lo que ocurrió en el último programa, cuando Óscar se vio de súbito catapultado al olimpo de la victoria gracias a un error de su rival, Moisés Laguardia.

Ni siquiera él se podía creer que fuera tan fácil, pero así fue.

Todo ocurrió durante el rosco, la última prueba de Pasapalabra, que Óscar comenzó con muchísima fuerza gracias a los siete aciertos consecutivos que consiguió nada más empezar su turno. Mientras, Moisés se manejaba con mucho tiento: cuatro palabras correctas y varios turnos empleados con una o ninguna definición respondida.

Óscar, por su parte, continuó contestando como un tiro hasta que sufrió también un parón en sus respuestas. Aún así, llegó el primero a la segunda ronda y lo hizo con 20 aciertos.

Moisés y Óscar, en la prueba musical de Pasapalabra. A3

Era el turno de Moisés. Al llegar a la letra T, el de La Rioja vivió su peor momento, puesto que falló sin esperarlo. Segunda vuelta con apuros y sólo 18 definiciones correctas. Al volver a repasar las palabras que no había respondido, el concursante consiguió algunos puntos más y se quedó sólo a dos letras del bote de Pasapalabra.

Mientras tanto, Óscar se enfrentaba a la recta final de su rosco. Tres definiciones frente a él y los 1,6 millones de euros del bote al alcance de la mano. En su disyuntiva, dos opciones: contestar y tal vez errar una de las definiciones, o plantarse y garantizarse los 1.200 euros que supone ganar el programa de Pasapalabra y la permanencia en el concurso, pero renunciar al bote.

Óscar se decidió por lo segundo: optó por quedarse con los 22 aciertos que lo igualaban a Moisés, pero dado que el de La Rioja tenía un fallo y él no, la victoria recaería de su lado y, quién sabe, tal vez el programa siguiente sería el que le daría la victoria total y los 1,6 millones de euros que acumula el bote de Pasapalabra. Y así lo hizo, condenando además al mismo tiempo a Moisés a sentarse en la Silla Azul.