Corría el año 1931 cuando se estrenaba en Estados Unidos «Luces de la ciudad», primera película sonora de Charles Chaplin, con efectos de sonido, aunque sin diálogos, en homenaje y sentida despedida al cine mudo; en Tokio se realiza la transmisión por cable de un partido de béisbol al laboratorio de la Universidad de Waseda, primera emisión deportiva del mundo que se transmite por televisión; Managua es destruida por un terremoto, tragedia que volverá a producirse en 1972; en España se proclama la Segunda República y el rey Alfonso XIII abandona el país; en Kebili (Túnez) el 7 de julio los termómetros marcan 50°C, la temperatura más alta registrada en una ciudad africana; Clara Campoamor defiende en Madrid el derecho al voto de las mujeres, reconocido posteriormente por la Constitución al instaurar el sufragio universal; y en Fontanars dels Alforins, Daniel Belda Sanchís crea Bodegas La Senyera, nombre que tuvo que cambiar después de 1939 por el de su hijo Pepe y pasó a llamarse Bodegas J. Belda. En «la Vall dels Alforins» eran tradicionales las tintas Monastrell, Forcallat, Arcos, Bonicaire, Garnacha Tintorera y las blancas Verdil, Malvasía y Merseguera, de las que ellos vinificaban algo más de un millón de litros. En aquella época llegó a haber 67 bodegas en Fontanars, que fueron cerrando conforme el campo se iba despoblando.

Daniel Belda Albero, nieto del fundador y actual propietario, llevó a cabo la transformación del viñedo junto a su padre, introduciendo algunas varietales internacionales, comenzaron a embotellar en 1990, cuando en su zona ya casi no quedaban bodegas en activo y dieron dignidad a la Verdil cuando todos la habían arrancado. Ahora, Belda rinde homenaje a sus ascendentes y a todos los viticultores mayores de Fontanars con el «85 Anys», un tinto hecho con uvas de cepas viejas de Garnacha Tintorera del bancal más alto de la finca, donde comienza el pinar. Fermenta con levaduras autóctonas, parte en un cono de roble de 5.000 litros y el resto en depósito de acero inoxidable. Después del proceso se junta y estabiliza. La crianza tiene lugar en este mismo cono y en barricas de 500 litros de roble francés, en las que pasa un mínimo de año y medio. El «85 Anys» es de color rojo picota, bien cubierto, con un ribete que todavía presenta tonalidades amoratadas. Tiene aroma intenso, a frutas rojas y negras maduras, a especias y a plantas aromáticas. En el paladar se muestra estructurado, con la frescura y los buenos taninos característicos de la varietal, es sabroso, con elegantes notas amargosas, bien equilibrado y con buena persistencia. Un vino del que muy probablemente veremos sus siguientes añadas con una marca nueva.