Hablar de Bodegas Arráez es hacerlo de uno de los grandes ‘casos de éxito’ dentro del mundo del vino. Toni Arráez es la tercera generación de una saga de vinateros con profunda tradición en la zona del valle de Alforins, concretamente en el término de La Font de la Figuera. Tras formarse en la escuela de enología de Requena asumió la dirección de la bodega familiar con el objetivo de dar un cambio de rumbo. El primer paso fue abrirse sitio en el mercado a partir de un concepto más desenfadado, en contraposición a los mensajes encorsetados habituales en el sector. El vino tinto Mala Vida fue el primero de una colección de vinos ‘canallas’ que se han ganado el respaldo mayoritario de un perfil de consumidor que ha encontrado en estas referencias una opción de gran calidad para disfrutar de un buen vino.

Desde ese momento, Bodegas Arráez no ha parado de lanzar vinos que llaman la atención tanto por su imagen externa como por las cualidades de su interior. Bala Perdida, Vividor, Cava Sutra, Hu-Ha o Vivir sin Dormir han sido algunos de los ‘hermanos’ que han ido apareciendo a medida que la bodega crecía. Algo más de una década después Toni ha decidido plasmar en una botella todo lo aprendido y la experiencia adquirida en estos años con una edición limitada de Mala Vida que se elabora con uvas de Monastrell cultivadas en la zona de solana del Capurutxo y uvas de Garnacha Tintorera cultivadas en la parte umbría del citado paraje. Con una crianza en barrica de roble de ocho meses, es un vino que destila elegancia y finura, con aromas nítidos de fruta roja madura, sutiles notas de especias dulces y un paso por boca largo y goloso.

Bodegas Arráez ha creado una línea de vinos y productos llamativos. ED

Con sus nuevas líneas de vinos perfectamente definidas, Bodegas Arráez se ‘mudo de casa’ hace ahora tres años, en 2020, en plena pandemia. Ahora, la nueva bodega de Arráez es el centro neurálgico de un proyecto en el que conviven vinos de perfil mediterráneo y porte  informal con otros, como la colección ‘Los Arráez’ en los que Toni da rienda suelta a todas inquietudes enológicas trabajando en la recuperación de varietales de uva autóctonos casi desaparecidos y en nuevos medios para la vinificación y crianza. Además, la bodega, completamente visitable, se ha convertido en uno de los principales reclamos enoturísticos de la Comunitat Valenciana, y cada año son miles los aficionados al vino que participan en las diversas experiencias que la bodega proyecta en sus instalaciones.

Colección de vinos de Bodegas Arráez. ED

En la presente edición de la Mostra de Vins de Proava, Arráez volverá a estar presente de manera destacada con un amplio stand en el que los visitantes tendrán la oportunidad de descubrir las nuevas añadas de algunos de sus vinos icónicos como el Mala Vida o el Parcela 0, que este año ha visto reconocida su calidad con uno de los galardones otorgados en el Concurso Oficial de Vinos Valencianos que organiza Proava. La bodega acercará al recinto del antiguo cauce del rio Turia otras etiquetas recién nacidas como la serie limitada Vividora, la mistela “Miss Tela”, el espumoso Cava Sutra o el tinto Raras, la última creación de la bodega, un vino que nace con clara vocación solidaria, ya que todos los beneficios generados por su venta se destinarán a la Federación Española de Enfermedades Raras.