Ya tenemos nuevos directores musicales en el Palau de les Arts, aunque cuesta entender el porqué de la bicefalia. Como este periódico anotó en su día, todo apuntaba a que las miradas estaban puestas en Italia. Biondi y Abbado han sido los elegidos. Ambos son dos buenos músicos, pero quizás no hacía falta irse tan lejos para conformar un equipo cuyas funciones como directores musicales parecen distar de lo que algunos esperaban, esto es, un director realmente vinculado a Les Arts y con peso directo en la Orquesta y con reales funciones artísticas y musicales, como ocurrió como Wellber o con Maazel y sucede en otras orquestas. De hecho, los dos apenas van a dirigir sendos títulos la próxima temporada de los doce que parecen estar previstos. No podrán estar en el día a día. Ahora, si es cuestión de ahorro es otra cosa, pero tampoco parece serlo porque el ahorro real se produce con la desaparición de los sueldos de Maazel y Mehta que eran desorbitados para nosotros. Con ellos en la casa Les Arts gastaba más en directores que en repartos operísticos.
Hay un valenciano en la terna. Ramón Tebar sólo dirigirá un título. Aunque se habla maravillas de él, Tebar lleva diez años sin dirigir por aquí. Parece como si se tratara de una concesión a la galería o quizás sea consecuencia de compartir agencia con Abbado y otros de los directores que han pasado este año por Les Arts y figuraban entre la lista de posibles candidatos a coger la batuta de la Orquestra de la Comunitat Valenciana.
¿A qué responde realmente la bicefalia? Biondi es un experto en barroco y sus actuaciones en el Palau de la Música han dado muestras de su calidad, Abbado pertenece a una familia de grandes músicos. Es más desconocido, aunque la Orquestra salió muy contenta de su trabajo.
Aún así, quedan demasiadas dudas por resolver de esta decisión de Davide Livermore que no se sabe realmente si es de verdad suya o de quienes siempre han manejado desde la sombra. Esperaremos resultados.
