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José Sierra

Si Tesla levantara la cabeza

El «todo Madrid» no habla de otra cosa que no sea la nueva batería de Tesla, una compañía californiana comprometida en el desarrollo del coche eléctrico y, especialmente, de las baterías que lo hacen posible. La compañía, que toma el nombre del famoso inventor Nikola Tesla, un visionario súbdito del imperio Austro-Húngaro que hoy sería croata, aunque de origen serbio, ha presentado en Madrid sus nuevas baterías para el hogar. El anuncio ha sido recibido con satisfacción por todo el orbe «verde». Las nuevas baterías permiten cumplir el viejo sueño del autoabastecimiento eléctrico. Un pequeño molino eólico o unas placas fotovoltaicas, en combinación con estas baterías, más eficientes, más económicas, más pequeñas y menos pesadas que todas sus antecesoras, hacen posible que un particular pueda olvidarse de la esclavitud a la que nos someten las compañías eléctricas y sus grandes protectores: gobiernos, funcionarios de alto rango„incluso ministros„ y expolíticos con gran capacidad de influencia. Nadie niega que el horizonte que se abre es cuanto menos ilusionante y que a cambio de una todavía notable inversión es posible alcanzar esa independencia, justo cuando el recibo de la luz se ha convertido en una severa carga económica para el ciudadano. Todo el mundo teme que el Gobierno español, que ha legislado contra el autoconsumo eléctrico, inventando un «peaje» inexistente, actúe también contra estas baterías para mantenernos como esclavos de la energía, cuya generación contamina y contribuye decisivamente al cambio climático.

Dicho esto, el anuncio de Tesla tiene lagunas. Se trata de baterías de litio, esclavas a su vez de una materia escasa que está detrás de una guerra, tan sucia como real „con muertos„ en torno a los grandes depósitos de Bolivia o Afganistán. Su fabricación tampoco es inocua„requiere sustancias químicas y genera contaminación„ , aunque de todo ello se olvida la mercadotecnia de Tesla, cuya campaña recuerda mucho a la de sus vecinos de Apple. Ponga un i phone 6 en su vida, sí o sí. No es una opción: lo necesita, y cuando termine de pagarlo ponga una batería Tesla, sí o sí, para ser «verde», autosuficiente y solidario con el Planeta. Ahí es nada.

jsierra@epi.es

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