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Julio Monreal

Una nueva centralidad

Los nuevos gestores autonómicos quieren convertir el entorno del Mercado Central y la plaza de Brujas en el nuevo centro de Valencia, un reto que requerirá una gran inversión

Trasladar el centro de Valencia desde donde está, en el eje de las plazas del Ayuntamiento, la Reina y la Virgen, al entorno del Mercado Central, la Lonja y los Santos Juanes. Ese es el propósito expresado por los nuevos responsables de la Conselleria de Infraestructuras a raíz del marrón que tienen que torear para sacar adelante un aparcamiento gigantesco bajo la plaza de Brujas que el anterior gobierno dejó empantanado.

El debate está servido. La plaza del Mercado, que era la de las ejecuciones y la de la falla más premiada en la historia de la fiesta, ha cedido en las últimas décadas su protagonismo hacia otras sin tantos entorchados. La vecina Lonja, patrimonio de la Humanidad, es el centro de atención de turistas y cruceristas, pero pasa bastante indiferente ante la población local. Ahora nace la contraplaza, la de Brujas, una inmensa explanada en el final de la avenida del Barón de Cárcer donde no se puede plantar ni un árbol por la losa de hormigón que cubre el aparcamiento público, ese garaje inacabado que se ha atragantado a las administraciones construido con la excusa de la también nonata línea 2 del metro.

Mucho tendrá que invertir y pelear la nueva administración para reubicar el centro urbano. La avenida del Oeste languidece a derecha e izquierda con un comercio y un ambiente que ya tuvieron su tiempo. La iglesia de los Santos Juanes está asediada por el deterioro tanto en su fachada, con sus palcos ruinosos y llenos de basura, como en su interior, que bien justificaría una orden municipal de intervención por cuenta de la Iglesia como las que aplica a los propietarios que no mantienen sus bienes con seguridad y ornato. Las calles que desembocan en la plaza de Brujas, la que se quiere ascender al estrellato, no son precisamente arterias de vida. En competencia, los entornos de Virgen, Reina y Ayuntamiento bullen con nuevos comercios y pujante hostelería, y sus respectivas plazas serán reformadas por el municipio para reducir o suprimir un tráfico de coches que necesariamente tendrá que recalar en zonas con aparcamiento, como Brujas. El centro no nace: se hace día a día, con actuaciones públicas y privadas que atraen a los ciudadanos. Porque el centro está donde va la gente. Y para atraerla hay que hablar menos e invertir más.

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