Duda metafísica: en Mestalla no hay criterio firme sobre aferrarse a las virtudes teologales, fe, esperanza y caridad, o seguir rumiando el bolero de Machín, ansiedad, angustia y desesperación. Fe en el exentrenador del Río Ave, parece que, al menos en parte, se ha perdido. Ya ha habido varias ocasiones en que se le han discutido los cambios. Ya hay gente que opina como Mario Alberto Kempes y concluye que no se pueden ejercer varias funciones a la vez. Por ejemplo, cometer el error de no incluir en la lista para la Liga de Campeones a Bakkali, que entre los jóvenes que hay que preparar por si Mendes lo puede colocar posteriormente, parece apto para que se curta en Europa.
La fe en Nuno, que ya ha perdido lo de Espirito Santo, porque tras los resultados de la presente temporada, una victoria, tres empates y una derrota, últimamente no se adivina que su cabeza esté orlada por el halo o nimbo de la aureola. Ya ha bajado de la peana y cuando se toca el suelo se está a la altura de los mortales. La fe en Nuno es difícil de mantener. Aún no sabemos cuál es el equipo idóneo, la alineación titular. El entrenador se puede acoger a sagrado con el argumento de las rotaciones. No basta. El Valencia L.M.N. no se sabe a qué juega. No hay estilo de ningún tipo, ni idea que plasmar cada tarde.
La esperanza la pusieron algunos turiferarios y los amigos de Amadeo Salvo en la llegada de Peter Lim. Salvo consiguió convencer a los miembros de la Fundación de que lo mejor era el singapurense. Por ello se despreció a Wanda Jianlin que se fue el Calderón, donde habían negado a Lim su ingreso en la sociedad, y puso cuarenta millones sobre la mesa y su generosidad no está condicionada a mandar. Aquí sólo mandan ellos. La esperanza estaba fundada en los fichajes de grandes jugadores y los grandes expresos europeos. Ahora, nos han de convencer de que con dos nuevos centrales se ha superado la calidad de Otamendi. Contento de la operación debe estar míster tanto por ciento. Las lenguas de doble filo afirman que Salvo también ha sido beneficiado en su salida del club. Había que compensarle por la pérdida de la presidencia aunque fuera simbólica, es decir, al estilo florero. Del ex dicen que tiene tres millones de euros para invertir en Ibiza si lo considera conveniente.
Caridad hay que tener porque es peor hurgar en la herida. Esta debe ser tratada terapéuticamente porque de no ser así lleva a la gangrena. A los futbolistas hay que concederles el beneficio de la duda. Sobre algunos, sin embargo, hay que preguntarse las razones por las cuáles merecieron la llegada a Mestalla. Tal cuestión debe aclararla el trío de la bencina, o sea, Lim, Mendes y Nuno.
El equipo no arranca y el calendario del campeonato ha sido favorable. Tal vez por ello se justifica la memoria de Antonio Machín: ansiedad, angustia y desesperación.
Posdata. Martínez Munuera, árbitro alicantino, hará carrera. En el Bernabéu demostró que sabe donde equivocarse puede ser rentable.
