Después del temporal de lluvias de Todos los Santos, este fin de semana se ha agradecido extraordinariamente el veranillo del que disfruta la mayor parte de España. Millones de personas lo han aprovechado para disfrutar en la naturaleza de sus ratos de ocio, y los aficionados a las setas han hecho nuevas tentativas antes de que llegue el frío. El calorcito de estos días es objeto de debate en las terrazas delante de una cerveza, porque no es muy habitual este sol tan intenso en pleno noviembre. Aunque la niebla y algunas nubes puntuales se presentan en algunas zonas de la vertiente mediterránea, el tiempo soleado es la tónica general y así seguiremos en los próximos días. Es un contrapunto que se agradece mucho, no tanto porque el frío sea lo normal en este mes, sino porque el rasgo típico de noviembre es su ambiente grisáceo y sombrío. Llueva o no, en la mayoría de las comunidades autónomas es uno de los meses más nubosos, a lo que hay que añadir que el día es bastante más corto que la noche, ya que sólo estamos a poco más de un mes del solsticio de invierno. Pero esta vez durante el día tonteamos con los termómetros por encima de los 20 ºC y por la noche sólo hiela en las zonas más altas. La situación, de momento, no cambiará mucho; sólo el lento y paulatino enfriamiento que supone el avance del otoño camino del invierno.