Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Salarios de estrella

El sueldo de Danilo Barbosa, de 1,3 millones brutos, retrata el rumbo enfilado por el Valencia en verano pasado que ha desembocado en la peor temporada desde el descenso de1986. El chico, de 20 años, venía de haber disputado nueve partidos en la liga brasileña con el Vasco de Gama y otros 28 con el Sporting de Braga en la competición portuguesa. Había sido, eso sí, subcampeón del mundo juvenil con Brasil en 2015 en Nueva Zelanda. La fama de buen mediocampista le precedía. Cambio de ritmo, manejo de las dos piernas y un físico atlético. La realidad del Valencia, sin embargo, le ha superado. Pobre juego colectivo, escasa influencia en el equipo y ningún partido redondo en sus 1.276 minutos en Liga en 18 encuentros. Un futbolista en formación, en definitiva, con una ficha de jugador consagrado en la élite.

El tipo de noticia que cae como una bomba en el vestuario. «¿Que Danilo cobra 1,3 kilos?». La siguiente pregunta es quién le hizo el contrato y en base a qué méritos. La figura de Nuno, exentrenador y exmánager deportivo, toma cuerpo para explicar porqué los jugadores de su agente y amigo Jorge Mendes salieron tan beneficiados. Desde Danilo a Abdennour o Aderlan Santos, los dos últimos centrales discretísimos comprados a precio de oro (22 millones por el tunecino y 9,5 por el brasileño).

Gestifute, la empresa de Mendes, ha hecho el agosto con el Valencia en las dos últimas temporadas. Y Nuno, fiel representante, ha aprovechado las tres victorias consecutivas de Pako Ayestarán para volver a sacar pecho: «Ahora sale a relucir la calidad de la plantilla del Valencia», dijo en una universidad de Móstoles el pasado viernes, antes del empate valencianista ante el Getafe. Si Peter Lim, presente el pasado domingo en el Coliseum, entiende algo sobre este juego del fútbol, habrá advertido que el precio por Abdennour es muy desproporcionado.

La cultura de club y la meritocracia que pretenden instalar Suso García Pitarch y Pako Ayestarán en el Valencia choca frontalmente con este tipo de prácticas. Es difícil para García Pitarch prescindir de Mendes, puesto que forma parte del sistema de Lim, pero al menos deberá poner un filtro para que, en las redes de Mestalla, solo caigan los peces más finos.

Antes, García Pitarch debe resolver la patata caliente del entrenador para la próxima temporada. Es la viga maestra sobre la que edificar un Valencia mucho más sólido. Fundamental para concretar qué tipo de futbolistas fichar, cómo jugar y qué modelo de club desarrollar. Fracasado el proyecto de jóvenes promesas, el director deportivo apunta a profesionales con oficio, talento y méritos para jugar en una sociedad tan imponente como la del Valencia. Los salarios de estrella, para quien se los gane.

Compartir el artículo

stats