Yo no diría tanto como cerebros, pero, al menos, sí de cabezas de cartel. El primero en abandonar el barco de RTVE fue Bertín Osborne, que mudó su «humilde» morada a Mediaset a golpe de talonario. Ahora su excompañera Mariló Montero ha decidido también hacer las maletas y dejar la «casa» televisiva en la que habitaba desde 2009 para «cazar sueños que tenía por ahí» (Montero, «dixit»). Parece que no es que tenga una oferta suculenta por delante. La ex de Carlos Herrera nos deja, pues, sin sus teorías sobre el alma en los trasplantes o los efectos curativos de oler limón...
Al mismo tiempo, la serie «Cuéntame» anda por el aire y podría recalar en la parrilla de Antena 3, como ya lo hizo «Amar en tiempos revueltos» que pasó a llamarse «Amar es para siempre» en la cadena de Atresmedia. La pública ya debería haber informado de la renovación de la veterana serie, pero parece que se hace de rogar y mucho se arriesga si, al final, los Alcántara cogen el hato y cambian de canal.
Osborne, Montero, los Alcántara... A «la tele de todos» se le escapan las gallinas de los huevos de oro y, sin embargo, deja en el corral adaptaciones americanas de series propias. Ejemplo: «Los misterios de Laura». La ficción protagonizada por María Pujalte (la española) tenía su público y su gracia. Era una serie que, sin muchas pretensiones, entretenía y gustaba a toda la familia. Pero TVE decidió darle carpetazo en tres temporadas, la última de ellas en el cajón durante tres largos años.
Los seguidores pusieron el grito en el cielo. ¿Y qué hizo TVE? Pues comprar el «remake» estadounidense „que acaba de estrenar y que, al parecer costó al ente por 3,8 millones de euros„ en lugar de dar a la original española una nueva oportunidad. Sirva de dato que la versión del otro lado del charco fue cancelada allí tras dos temporadas...
