La década de los 70 culminó un período de enfriamiento global, que no sólo afectó Catalunya y España, sino a todo el planeta. En la ciudad de Girona no se puede hablar de un incremento de la rigurosidad de los inviernos, sino de un enfriamiento importante de las otras 3 estaciones astronómicas, primavera, verano y otoño. La temperatura media en el centro de Girona del periodo 1967-77 fue de 14,3º, 0,7ºC inferior a la media del periodo 1911 a 1966, una anomalía considerable. El verano de 1977 se puede calificar como el año sin verano en Girona y en toda Cataluña, los días por encima de los 30º fueron muy poco frecuentes, 15, cuando la media, es de 46,6 en el período 1911-2015. Los otoños fueron especialmente fríos, así tenemos en octubre de 1974 con una temperatura media de 10,9º en Girona-Vicens Vives, un promedio inferior en 9,2º respecto en octubre de 2014 en Girona-Acequia, en octubre más cálido del periodo 1911-2015 en Girona. En aquella década las personas cuando iban a las Ferias estrenaban el abrigo de invierno incluso de día, algo casi impensable en las Ferias del siglo XXI. No sólo debemos hablar de bajas temperaturas sino también de elevadas precipitaciones en aquella década. En 1977 se recogieron 1.577,9 mm en Girona, valor que casi duplica la media del siglo XX, 791,1 mm, es el año más lluvioso del periodo 1884-2015. La disminución de la radiación solar parece la causa más probable del descenso térmico en ese decenio, mientras que en los últimos años a pesar de que la actividad solar ha sido más intensa, el incremento de gases invernadero es la principal causa del importante incremento térmico sufrido no sólo en Girona, sino en todo el planeta.