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Maite Mercado

Por fin negro sin amarillo

El primer formato del género true crime ha llegado a la televisión española en abierto y de qué manera. «Lo que la verdad esconde» tiene un ritmo pausado y una factura visual impecable en la que se deja notar el estilo de «Salvados», pero con una enorme diferencia: aquí no hay ningún Évole en plano permanentemente. También se prescinde de la voz en off más o menos telúrica que modula el relato. El caso del asesinato de Asunta Basterra Porto lo cuentan en orden cronológico el hombre que encontró a la niña, los guardias civiles, jueces y forenses, los abogados, los testigos en el juicio y hasta los propios condenados.

Hablan las partes. El abogado defensor expone algunas de las incoherencias de la investigación y el juez responde. Respecto a la visibilidad de la pista forestal en el que encontraron el cadáver, el equipo del programa hace la prueba y demuestra la versión de la defensa. La Guardia Civil aseguró que no fue posible encontrar cuerda de la misma composición a la hallada junto al cuerpo de Asunta, idéntica a la que se encontró en una papelera en la casa de campo de Rosario Porto, lo que la convirtió de inmediato en principal sospechosa. La defensa alega que puede comprarse cuerda similar de color naranja en cualquier sitio. El equipo busca en la zona y en la ciudad. No consigue dar con ella. Punto para la acusación. Tan real que nos ponemos en el lugar del jurado, demostrando que no es necesario recurrir al docudrama y sus recreaciones con actores.

Asunta aparece como la niña que era pero sin sensiblerías ni amarillismo. Perturban las grabaciones de las conversaciones entre Rosario y Alfonso en los calabozos. ¿Te dio tiempo a lo otro?, dice la madre. «No, no me dio». ¿A qué?, nos preguntamos. ¿A quitar la cuerda? Lo único que podrían haber omitido al no aportar nada es un momento en el que Rosario pide que la lleven al baño. «No podía aguantar». Un minuto innecesario que no resta valor al conjunto.

La serie documental está dividida en tres capítulos, como tres películas policiacas. Pero esto no es ficción, es investigación periodística de primera. El trabajo de Bambú Producciones para Antena 3 es muy bueno, y acostumbrados al tratamiento de los sucesos en los magacines matinales, quedaba comprobar cómo reaccionaría la audiencia ante esta propuesta en prime time. La respuesta ha sido de cine, con un 15,9 por ciento de cuota, más de dos millones y medio de espectadores. Se lo merecen. Nos lo merecemos.

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