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Humor

El sentido del humor es quizás el más importante para agregar a los cinco principales con que cuenta el ser humano e incluso el inhumano. Cuesta creer que haya quien no tenga sentido del humor ni del ridículo, pero así es. Y curiosamente, aquellos que no tienen ese necesario sentido del humor son aquellos que más nos hacen reír, caso de algunos políticos que tampoco conocen el sentido del ridículo. Sin embargo, en España tenemos grandes humoristas del absurdo como Rajoy, Puigdemont, Ribó, Grezzi, Oltra, Fuset y en especial, un tal Pablo Iglesias. Se creen sublimes, pero ya se sabe que de lo sublime a lo ridículo solo hay un escaño.

València siempre ha sido cuna de grandes humoristas. Tal vez el más representativo haya sido Luis Sánchez Polack, «Tip», que creó escuela del absurdo y marcó una época. Antonio Ozores, nacido en Burjassot, era otro de los grandes, y Paco Arévalo, aún nacido en Madrid por accidente, es uno de los más populares, sin olvidar al fallecido Manolo Meliá, «Don Pío», prototipo del humor netamente valenciano. Sin haber nacido en tierras valencianas, pero residiendo muchos años en ella, están Paco Calonge, uno de los más requeridos, celebrados e inspirados, y Jesús Guillén, Yalas, el murciano errante, que no tienen desperdicio aparente. Otros humoristas valencianos presentes y pasados son Toni Garsan y Kito, ya retirados, o el llamado Cañas, de nombre José Luis Martínez. También está Blay, Carlos Berrocal y los valencianísimos Eugeni Alemany, de Sueca, y Óscar Tarmoyeres, de Rafelbunyol, ambos ejerciendo de monologistas como tantos otros humoristas, aunque algunos resulten algo muy serio. Y vagos. Son incapaces de cambiar un guión que les funcione y se pasan años con el mismo tema. Y esto es general para todos los practicantes del humor profesional. Como pareja humorística funciona muy bien Los Quillos, Pilar Ferrer y Sergio López, así como la ventrílocua Lolita Torres y es especial el humor y el arte de Carlos Luna, un artista total que, como todos, no cambia el guión, pero que siempre gusta.

Humor y arte hay en la sala Burlesque, de Benidorm, que tuve el placer de visitar recientemente. Inaugurada en vísperas de Navidad de 2016, reúne en un pequeño escenario un gran espectáculo con una supervedette Sasha Montenegro, que es al mismo tiempo empresaria del local y productora del show junto al empresario zaragozano Luis Pardos. Aunque su nombre es Victoria, se hace llamar Sasha y fue la estrella de la sala El Molino benidormí hasta realizar el sueño de tener su propio local. Vicky es argentina, pero llegó Benidorm hace once años y allí se quedó, si bien realiza giras por toda España. En el espectáculo de burlesque le acompañan otros tres polifacéticos artistas llamados Loisse Sheila, Emilio Roden y Yeray, que al tiempo realiza los diseños de vestuario. Recomendable por su humor un tanto ácido y su buen hacer.

Humor catalán en el teatro Talía desde éste miércoles y hasta el próximo fin de semana, con esa comedia, «Non Solum», que protagonizada por Sergi López y dirigida por Jorge Picó promete ser de mucha risa, como todo lo que ocurre en Catalunya. Es de esperar que esta vez sí acuda al estreno el señor alcalde de la ciudad y algunos de sus allegados correligionarios. La señora vicepresidenta también puede que acuda.

Y humor del absurdo en el Olympia con un humorista genuino como Fernando Tejero. El popular actor se ha cortado el pelo y está cambiado a mejor. Me encantó saludarle, porque es una persona amable y sencilla, pese a reconocer que, sin duda, es el gran tirón de la comedia de Ionesco «La cantante Calva». Hubo alusión de Enrique Fayos, empresario del teatro, al absurdo sin humor de la concejal delegada de Acción Cultural municipal. ¿Por qué será?

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