Escribo en el día de San Valentín: hablemos, pues, de sexo. Me ha parecido detectar una buena dosis de hipocresía -la habitual en estos casos, por otra parte- en las respuestas a la grabación en el Penyal d´Ifac de unas escenas de sexo en pareja (heterosexual) con destino a una plataforma de internet de porno de aficionados. ¿Aficionados? Siempre profesionales, es decir carnes sin pecado ni mácula, buena fotografía y una iluminación tan sabia que permita rodar los insertos, esos planos por debajo de la cota cero (que esté en el ombligo) sin que la antorcha chamusque los vellocinos, si los hubiere. «Grabación ilegal». «Multas entre 100 y 600 euros». «Ningún tipo de permiso». Bueno, bueno?
En principio, creo que fornicar a domicilio es la mejor solución: los envidiosos no sufren. Pero un aquí te pillo, aquí de mato, como el de Ifac, tampoco está mal: no hay que preguntar «en tu casa o en la mía», es un servicio de kilómetro cero y no aumenta la huella de carbono (¡y es biodegradable!). La misma información de Alfons Padilla en Levante-EMV dejaba claro que el lugar de los hechos es uno de los menos concurridos por los visitantes.
Y hay otra cosa: la política de los parques naturales destinados, entre otras cosas, a ofrecer a toda clase de bichos condiciones de sosiego y oportunidades para que se perpetúen del modo acostumbrado. Estaría bueno que aquí fornicaran todos -la gaviota de Andouin, ya fuera de peligro precisamente por ello- los conejos de monte, las águilas culebreras y hasta los escarabajos, y que los cristianos ayunaran. De ninguna manera. Ya digo, esas cosas, mejor en casa, salvo que las apetencias se desborden y el festín se inicie en el rellano. O en el coche, ya que el tiempo adverso (que es el mejor para plantas y animales) empaña las ventanillas y proporciona un grado de intimidad que se agradece. El coche también sirve para desplazarse y un día me descubrí a mi mismo con el culo sentado sobre el volante. No me pregunten como se configuró la concertación, sean discretos y atribuyan la gesta a las formidables prestaciones del Vitara.
