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Termómetros tiovivo

Enero y febrero suelen ser los meses más fríos en el ámbito mediterráneo, sin embargo, las bajas temperaturas no tienen por qué se constantes ni tampoco alcanzar mínimos históricos. Este invierno, de hecho, se está caracterizando por un movimiento de los termómetros casi en forma de tiovivo. Esta semana es una masa de aire muy frío y seco de origen continental la responsable del descenso acusado de los mercurios, con lo que en apenas dos días se pasará de superar los 20 grados a casi no alcanzar los 10 en el litoral. El ambiente invernal, sin precipitaciones de lluvia o nueve por la ausencia de recorrido marítimo del frente, se extenderá hasta el fin de semana, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que advierte que las jornadas más gélidas en prácticamente toda la península y las islas Baleares, serán el viernes y el sábado. Un ejemplo de la oscilación térmica se produjo el pasado enero en la Comunidad Valenciana, donde la temperatura media fue de 9,6 grados, es decir, 1,8 grados superior al promedio normal. La Aemet señala dos picos cálidos, a principios de mes y los días 21 y 22, cuando València llegó a los 26,6 grados, el valor más alto en la ciudad en un mes de enero desde el año 1869, cuando se iniciaron los registros. Aunque la primavera y el otoño son los meses más húmedos, el pasado enero también acumuló una precipitación un 18% superior a lo normal, aunque el reparto fue diferenciado. Mientras en Alicante e interior sur de València tuvo superávit, la lluvia en Castelló no sumó ni la mitad del volumen habitual.

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