Ustedes se preguntaran el por qué de este título, pero estos días, en los que la política y los gobiernos del cambio no cesan en asombrarnos con sus ocurrencias es lo primero que pensé al ver el tuit de Enric Nomdedéu, secretario autonómico de Empleo que cobra dinero público. Dirigió un tuit a Eva Ortiz, secretaria del Partido Popular, que es una mujer, lo que creo que no sabe, pues la comparó con un chimpancé.
Pensé que esto no puede ser verdad, que eso no es lógico que lo diga alguien que se abandera el ser progresista, del cambio, con valentía, con aire fresc, guardián de la norma, la ley, la ética, etcétera. Pero era verdad. Y como que el insulto era mayúsculo y la disculpa minúscula, me volví a preguntar si es que se quedó un día dormido viendo un documental. Debo confesar que me preocupó por varios motivos: tal vez sufre una rara enfermedad que le hace hibernar durante años y se ha quedado en el sofá dormido viendo escenas de fauna y flora salvaje. O tal vez, paradojas de la vida, no conoce los motivos por los que se celebra el 8 de marzo y los movimientos de un grupo de trabajadoras que reclamaban sus derechos e igualdad salarial. O tal vez, y considero que es lo que parece, es un maleducado y retrógrado que considera a la mujer un ser inferior.
Entre estas dudas se han movido las noticias estos días. En vísperas del Día Internacional de la mujer y en el siglo XXI. Sorprenden mucho más las explicaciones, razones o excusas que se dan. Aunque todos los partidos políticos y sindicatos han condenado dicho tuit, la vicepresidenta y consellera de Igualdad y políticas inclusivas lo ha calificado como una metáfora. Buscando el significado de metáfora, nos dicen que es «una expresión relacionada a un objeto o idea particular pero que se aplica a otra palabra o frase para dar a entender que hay una similitud entre ellas». Podemos concluir que para Mónica Oltra, si el insulto de Nomdedéu es una metáfora, es que está justificando la definición que hace sobre Ortiz. Sinceramente lamentable.
Y más aún cuando ante una sentencia de condena a un rapero por injurias a la Corona y enaltecimiento del terrorismo, la vicepresidenta ya no lo califica de metáfora, sino que nos dice «que caminamos peligrosamente hacia una democracia autoritaria». La doble vara de medir es asombrosa entre estos políticos. Pero lo peor es que estén en un cargo público, que utilicen expresiones como el tuit de Nomdedéu y que además quieran justificar lo que no tiene justificación.
No se puede tolerar que nos quieran comparar, con metáfora o sin metáfora despectiva. Son muchos años luchando por el respeto y la igualdad para que un político tuitero nos denigre. Por respeto, por igualdad, por ser mujer, por las nuevas generaciones y por la humanidad, dejen de insultarnos y dedíquense a trabajar.
