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Túnel pasota

Por ejemplo, El Ágora de Calatrava o Clòtxina Majúscula que ya estaba pagada, con creces, y sufría goteras antes de conjeturar su utilidad. Las grandes constructoras son como don Juan Tenorio: te seducen, te preñan y te dejan la casa llena de vallas y trincheras. Paisaje después de la batalla. Y sin orgasmos. La lógica de las empresas del pork barrel, de las yonquis del presupuesto público, es muy simple: no importa que algo no sirva de nada, se empieza a cobrar desde la primera paletada de tierra. Es lo que tiene esa visión -lisérgica, sin duda- de la ciudad como «nodo de negocios». Cuidado con el No-Do, que sale Franco, qué susto.

La ciudad es de los ciudadanos. Habrá que atender esta obviedad ya que los enunciados axiomáticos son objeto de cuestionamiento por parte de ejemplares regresivos de la especie y algunos de los que se empeñan en que el triángulo tenga cuatro lados, son concejales. Respetemos los axiomas si no queremos estallidos de impaciencia en lugares tan improbables como València. Pero más imprevisible era el soviet de Gamonal, Burgos (2014), donde a los residentes querían dejarles sin aparcamiento para que compraran su bonito garaje a 22.000 euros la pieza. No, no estaban hechos de jamón de bellota, eran dos rayitas pintadas en la solera de cemento. ¿Y el Corredor Mediterráneo? Al año que viene si Dios quiere.

Más improbable aún era que los vecinos de Murcia se sublevaran contra la división de la ciudad por el muro del AVE. Y ha ocurrido. Y puede ocurrir aquí con el disparate del túnel pasante con todos los mondongos de la ciudad al aire y una excavación perpetua de seis quilómetros bajo las raíces de los barrios más hermosos de la ciudad. Hay alternativas que dejan el túnel en un modesto quilómetro (y en terrenos sin construir aún), que permiten la llegada al centro de los usuarios de cercanías, la construcción de un hub o centro intermodal de ferrocarril, shutles urbanos, tranvía, metro y estación de autobuses, en la Fonteta de Sant Lluís, ya ven que, si me pongo, yo también hablo neolengua idiota. Por cierto, un gamonal es un prado venenoso. O un cacique.

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