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Javier Cuervo

El candidato sin mochila

Aznar, que se despidió por todo lo alto en la boda en la que El Escorial hizo honor a su nombre, vuelve en Casado, el supercandidato. Pablo Casado es un biotipo de derechas en su expresión de guapo tirillas, aseado, con raya, ropa clásica y pinta de Hombres G. Su AZN (el ácido que contiene la información ideológica del PP refundado) lleva el liberalismo -sólo en su parte destructora del Estado en beneficio de empresas privadas amigas- por línea paterna (Aznar y señora) y materna (Aguirre y secuaces).

Aznar eligió a Rajoy en trinca, junto a Rodrigo Rato y Francisco Álvarez-Cascos. La sensatez dice que Mariano era el mejor, pero el PP refundado y en primarias acaba de darse cuenta de que hay dos tendencias: Aznar y Rajoy.

Aguirre tuvo dos manos derechas: Ignacio González, su sucesor, y Francisco Granados, consejero de presidencia, ambos en libertad condicional a la espera de juicio por delitos parecidos en causas distintas. Por los relatos de Javier García Rodríguez conozco la frase "La mano izquierda es la que mata", del torero Juan Belmonte. En el PP de Madrid "la mano derecha es la que roba", aunque Cristina Cifuentes hurtara a dos manos. Aguirre está ilusionada con el discurso de Pablo Casado, pero ya lo estaba antes de que tuviera discurso y de que hubiera acabado la carrera. La ¿"paladinesa"? de la cultura del esfuerzo hizo que terminara Derecho.

Pablo Casado afirma que no carga mochila, pero no está probado si cargó la universitaria o si entró en un negocio de convalidaciones y sobresalientes cum fraude en la Juan Carlos I. El PP quiere líderes y si no le importó que el anterior tuviera contabilidad en B y pagos en cajas de puros, que más le darán las notas de ese chico tan serio que sonríe tan bien.

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