El Plan Especial de l´Albufera es el documento que establecerá la hoja de ruta para recuperar la principal zona húmeda de los valencianos. Es un instrumento recogido en el actual Plan Hidrológico del Júcar, que mandata a las administraciones públicas con competencias en la conservación del parque natural (Confederación, Generalitat y Ayuntamiento de València) a elaborar este documento de compromisos ambientales. L´Albufera sufre desde hace décadas una profunda contaminación debido a la entrada de un exceso de nutrientes que provoca una explosión microalgal desmedida que provoca a su vez este característico color verdoso de sus aguas. Esta situación es inaceptable en pleno siglo XXI. Uno de los humedales más importantes de España y de Europa, aún contaminado por la desidia en la aplicación de la normativa ambiental, especialmente de la Directiva Marco del Agua.

Esta semana nos volvimos a encontrar las tres administraciones para avanzar en este documento. Y ya van diez reuniones. El Ayuntamiento ha reclamado en cada una la necesidad de resolver el problema: l´Albufera necesita agua en calidad y cantidad suficiente del Júcar para recuperarse. En esta última sesión se produjo un cambio fundamental que desde el Ayuntamiento saludamos positivamente: por primera vez la Confederación contempla una asignación directa del Júcar a l´Albufera en el próximo ciclo de planificación hidrológica que comienza en 2021. ¿Y hasta entonces? El actual plan también lo contempla en situaciones especiales. De hecho, ya se han derivado excepcionalmente algunos hectómetros cúbicos del río en épocas de emergencia, para salvar el humedal. Desde luego, este compromiso del Estado es una buena noticia para nuestro parque natural.

Con ser esta la principal reclamación, hay más temas pendientes que se recogen en el plan y que deberíamos ser capaces de desatascar. Ahí están los tanques de tormentas acabados hace años con decenas de millones de euros invertidos y que nunca se pusieron en marcha. Tanques que en episodios de lluvias torrenciales podrían evitar en gran medida que toda esa agua negra que se produce con las primeras lluvias entrara en l´Albufera debido al desbordamiento del colector oeste, una infraestructura construida hace décadas que necesita una ampliación urgente de su capacidad.

Por no hablar de otra infraestructura millonaria ejecutada que tampoco se puso en marcha: el aprovechamiento del agua depurada de la EDAR de Pinedo. Al año produce 100 hm3 que podrían ser reutilizados, por ejemplo, en agricultura y que ahora se van al mar en su mayor parte. Si los usáramos podríamos aliviar a los ríos Júcar y Turia y conservar nuestros ecosistemas naturales con mucha mayor eficiencia.

Toca pasar de las palabras a los hechos. Nuestra Albufera no puede esperar más. Nuestro objetivo es irrenunciable: volver a tener un lago de aguas cristalinas lleno de vida. ¿No es éste el mejor regalo para las generaciones venideras?