Si tiene usted un hijo o una hija en la etapa Infantil, tiene la oportunidad de encauzar su porvenir. El futuro es de los matemáticos. De hecho, ya es el presente. La titulación combinada de Matemáticas y Física es la más exigente en España y la nota de corte en Selectividad para poder entrar en la facultad de más prestigio, la Politécnica de Barcelona, es de 13,3 sobre 14. El que sale adelante, lo hace con empleo garantizado, un buen puesto y mejor sueldo. Ambas asignaturas, las Matemáticas y la Física, han sido tradicionalmente el talón de Aquiles de los alumnos, que se preguntaban en las aulas para qué les iba a servir en la vida tener conocimientos de matrices, integrales y derivadas.
Afortunada o desgraciadamente, se está configurando un mundo en el que quien no sepa de Matemáticas estará perdido porque la Inteligencia Artificial (IA) es 100 % algoritmos matemáticos, y no de los sencillos. Se cree que la tecnología de los robots está a la vuelta de la esquina, pero la realidad es que ya es cosa del día a día. En estos momentos, las decisiones sobre un préstamo ya no las toma un humano en la sucursal donde usted tenga la cuenta, ni siquiera el responsable de zona del banco, sino un complejo programa de ordenador. Su plan de pensiones, si lo tiene, lo gestiona ya, en la mayoría de los casos, un cyborgbroker que no es más que un programa matemático que decide dónde invertir el dinero teniendo en cuenta variables y circunstancias que sobrepasan a la mente humana.
En Estados Unidos se experimenta ya un algoritmo que sentencia casos y en China un robot detecta más rápido y con una fiabilidad del 80 % el cáncer de piel frente a los más prestigiosos oncólogos que se quedan en un 60 %. Como no parece que con el nuevo curso se vaya a mejorar la instrucción en Matemáticas porque son otras cuestiones las que preocupan. Que el niño haga ballet, pero llévele también a un buen profe de mates.
