Siempre es una mala noticia que desaparezcan programas informativos para los que creemos que el periodismo es imprescindible en su versión más plural pero Vasile se ha rendido ante La Sexta y ha ordenado la retirada de Noticias Cuatro. La primera edición quedará reducida a un avance del nuevo magacine de tarde de Carme Chaparro con el que intentará hacer daño a «Más Vale Tarde» en la competida franja de tarde en la que Cuatro está fuera de juego desde hace años. Veremos si el formato de Unicorn Content se plantea como un clon vespertino de «El Programa de Ana Rosa» o «Ya es mediodía», ambos producidos por la productora dirigida por la valenciana Xelo Montesinos, también responsable de «En el punto de mira», que tendrá el honor de ser el único espacio informativo en la parrilla de Cuatro.
La defenestración de los informativos comenzó el verano pasado cuando eliminaron «Las Mañanas de Cuatro», en antena casi desde el nacimiento de la cadena, siendo una de las pocas señas de su identidad de marca y compitiendo de tú a tú con «Al Rojo Vivo». Ahora solo tiene a «First Dates». Sin el arrastre de Javier Ruiz, el «Noticias Cuatro» de las 14 horas naufragó. También son malos los resultados del resto de ediciones, siempre los menos vistos de las generalistas, perdido del todo el aroma de herederos de CNN+. Y en Mediaset, que fue capaz de transformar aquel canal de noticias en el 24 horas de «Gran Hermano», no se andan con remilgos.
Fuera el periodismo comprometido de Javier Ruiz, nos quedamos con las catástrofes y los sucesos de «Informativos Telecinco» y seguimos apostando por el comentario de otra actualidad, la de los realities de la casa. En ello ha caído a los tres días el nuevo programa de la tarde de Cuatro con Risto Mejide. Lo mismo le pasó a «Ya es mediodía» que pretendía ser como «Al Rojo Vivo» y acabó con Alba Carrillo en la mesa de tertulianos.
«Todo es mentira» empezó con un cuatro por ciento de share pero en las siguientes emisiones se ha ido desinflando. El propio Mejide y sus colaboradores bromeaban con el desastre el viernes, quizás su último programa, sin guion, tras ser acusados de abusar del teleprompter. A la desesperada, tiraron del filón Belén Esteban, que salió del plató de «Sálvame» para pasar en directo al de «Todo es mentira» en un alarde de exhibición de backstage televisivo. El crossover les consiguió unas décimas de audiencia, un 3,1 de cuota frente al 8 de su máximo contrincante, «Zapeando», al que se parece demasiado. El siempre humilde publicista ha afirmado que su inspiración es «Crónicas Marcianas». Todo a Risto, parece haber pensado Vasile al darle un espacio diario la misma semana en que vuelve «Chester». Toda una declaración de intenciones. Menos periodismo.
