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Maite Mercado

Felonías por doquier

"Salvados" no pudo empezar mejor la segunda parte del curso televisivo. Con un ansia periodística de libro, el mismo día 23 en el que Juan Guaidó se autoproclamaba presidente de Venezuela, el director del programa le pedía al redactor que gestionó la entrevista con Nicolás Maduro en 2017 que volviera a intentarlo. En ese momento comenzaron los contactos y el equipo fue preparándose. Los días pasaban, Pedro Sánchez lanzaba su ultimátum y todo seguía en el aire. Mientras tanto, Jordi Évole anunciaba para su vuelta uno de esos emparejamientos que tanto le gustan, esta vez en femenino: Inés Arrimadas e Irene Montero, juntas pero no revueltas. Un cara a cara que finalmente podrá verse esta noche. El jueves 31 el antiguo follonero soltaba en «Al rojo vivo» que se iban a Caracas. El encuentro tuvo lugar al día siguiente.

Sorprendentes fueron las acusaciones del nuevo delito de moda, reservado antes a actividades odontológicas o pictóricas: el blanqueamiento. En su inmensa mayoría las críticas procedían de políticos de partidos muy concretos y sus afines, ignorando el interés periodístico: cualquier profesional de la información hubiera querido estar ahí. En «Salvados» aprovecharon sus contactos previos y consiguieron una exclusiva que abrió los informativos de la BBC World, la CNN y las televisiones públicas europeas. Era noticia. Nadie lo dudaba excepto aquellos que todo lo ven en clave ideológica en un contexto de alta traición permanente, aquellos que consideran que no se debe hablar con los que consideran 'los malos'. Ya les pasó con Arnaldo Otegi tras salir de la cárcel hace tres años. Si los periodistas solo buscaran a 'los buenos' o a los que nos caen bien, qué pobre visión del mundo tendríamos.

Vista la entrevista, a los críticos les pareció tibia. Es muy fácil escribir las preguntas sangrantes que esos valientes defensores de la democracia habrían hecho si hubieran podido estar en el Palacio de Miraflores. Pero no estaban, ni los periodistas son fiscales. Para desolación de los indignados, el espacio fue seguido por más de tres millones y medio de espectadores. Fue lo más visto del domingo, superando también en cuota de pantalla a «GH Dúo». Más de los que parece queremos tener la oportunidad de escuchar a los protagonistas de la actualidad aunque no nos gusten.

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