La cultureta siempre receló del IVAM. A la alergia al cosmopolitismo y la necesidad de entender se sumó la imposibilidad de meter cuchara. Por eso durante la etapa negra todos los antimodernos estaban en nómina. Lo mejor del museo es su futuro, porque aún es millennial. De vez en cuando los astros se alinean en esta orilla del Mediterráneo. Tirant, la producción pública del Institut Valencià de Cultura y la Compañía Nacional de Teatro Clásico es un canto a las cosas bien hechas. A la capacidad de creación de la escena valenciana, una de las mejores de Europa. No era fácil adaptar el clásico de Joanot Martorell, pero Paula Llorens ha captado la esencia moderna de la novela del siglo XV y Eva Zapico presenta una escenografía híbrida de efectos espléndidos. Una obra que debería representarse en el Principal. Hay que ser más audaces, apocados botánicos. Més important és mirar que imaginar, dice Plaerdemavida. Pasen y vean.
