La ofrenda de flores a la Virgen, comenzada ayer y que seguirá hoy si nada lo impide, es uno de los actos estrella de las Fallas. Pero de flores un tanto cuestionadas y floreros tenemos la ciudad repleta a lo largo de cada día del año. Mañana, cuando la fiesta arda en llamas, la ciudad recuperará un tanto su normalidad, pero todavía envuelta en ese laberinto que el tráfico nos ha metido de pleno sin visos de solución, sino todo lo contrario. Las flores, con todas sus espinas, son ofrendadas a los responsables del caos en cada momento. Bicicletas al poder.
Flores y aromas florales las de la falla infantil municipal, que es una pasada en cuanto a recreación de los antiguos puestos de flores. Sus artistas, Ariadna González y Xavi Gurrea, más que «Cap de suro», han demostrado tener cabeza de almendros en flor. Y muy estimable la historia de Fani Grande y esa banda sonora de «Carmela en Drama», que corean la fallera mayor en flor, Sara Larrazábal, y las florecitas de su Corte. Alguna vez se acierta, señor Pere Fuset, pero no se crea mucho las flores, porque a los falleros no les tiene muy contentos.
Florecen también las chicas valencianas, refrescando su apariencia tras los rigores de vestimentas invernales. En las calles parece haber un mar de flores rebrotadas, aunque sería muy inoportuno hablar de los capullos. Las churrerías siguen oliendo a aceite refrito, y dado su número excesivo, contaminan el medio ambiente, si bien el ambiente es extraordinario en las calles. Entre los buñuelos por esta vez no figura la Falla Municipal, un monumento extraordinario, aunque no todos estén muy de acuerdo.
Un florero televisivo es Eva González, ahora mostrando su escasa entidad profesional en La Voz, donde refrenda sus contrastadas incapacidades como ya hiciera con los aprendices de cocineros. Eva, que pasó del fútbol con Iker Casillas a los toros con Cayetano Rivera, no demuestra ni justifica en momento alguno el pastón que Antena 3 le paga por hacer lo que está haciendo. Eso sí, la chica es tan vistosa como sosa y artificial. Parece que nunca cree lo que está diciendo. Un florero muy caro
Tras cosechar una buena cantidad de flores exitosas, la familia Addams se despidió ayer en el Olympia, que hoy ni mañana tiene funciones, por lo que se fueron Carmen Conesa, tan orgullosa de sus piernas a dos años de los sesenta, y todos sus alarmantes componentes, incluido Fétido, que no huele a flores. Ahora, el próximo jueves y viernes, el mago Jorge Blass hará sus floridos trucos de ilusión, pero seguro que no hace desaparecer algún carril bici ni los atascos consecuentes. Y para el sábado y el domingo, en el mismo teatro, Bibiana Fernández y Manuel Bandera mostrarán sus flores cantando que «El amor está en el aire», pero sin olor a aceite refrito. ¿O sí?
Los llamados «Amigos del arte», un grupo de artistas que dan el cante, hicieron una magnífica actuación en la Agrupación Andaluza Flamenca de Sedaví, y allí vertieron sus esencias, no florales, Raúl Rubio, Alfredo Ayuste, Tony Fuente, Andrés Aranda y Luis Escudero, con la joven pareja de baile de salón Cristina y Miguel Ángel, para encanto de sus padres. Fueron presentados por Emilio García, todo un showman, y tras el éxito ellos, más el gran cancionero Alejandro Conde y el cantante Pedro Sendra, fueron invitados y disfrutaron de una suculenta paella en el chaletazo que el humorista José Luis Martínez, «Cañas», posee en Monserrat, que no solo de los aplausos se alimenta el artista, caramba.
«Flores de Valencia» fue una bonita canción que el argentino Luis Aguilé compuso para Pepe Marqués, ambos ya fallecidos. Por supuesto que en ella no se refería a Mónica Oltra, esa estrella de la televisión local que el año pasado desfiló en la ofrenda de flores a la Virgen como fallera mayor de Ángel del Alcázar. Paradojas de la vida...
