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'Sálvame' en Les Corts

Después de haber involucrado a los ciudadanos en una doble cita electoral, en menos de un mes con cuatro elecciones diferentes, espero que nuestros políticos sean los primeros en creerse la importancia del resultado de las mismas y la trascendencia de cómo se gestiona. Un buen termómetro será, por ejemplo, comprobar la actitud de cada uno de los 99 diputados autonómicos que conforman ya el nuevo parlamento valenciano. Para empezar, antes de constituirse los 3 socios del todavía presunto nuevo Botànic han estado a punto de ofrecer un lamentable espectáculo votando una Mesa provisional de Les Corts. Solo el trellat de Puig y la batalla interna de Compromís les han salvado del ridículo nacional.

Más tarde vino la sesión constitutiva donde la fórmula de la promesa o jura se convirtió de nuevo en un pequeño show legítimo y constitucional pero también folclórico con todo tipo de fórmulas que fueron desde la defensa de la Madre Tierra al por Dios y por España. Les Corts están para impulsar leyes, controlar al gobierno y debatir. Es legítimo que cada orador busque el mayor eco para sus palabras y que su principal idea se refleje en las crónicas convirtiéndose en el titular del periódico, el corte de voz de radio o el pequeño video para las televisiones y redes sociales. Otra cosa bien diferente es que el parlamento se convierta en una especie de Sálvame que degrade a la cámara y a sus miembros a base de tomarle el pelo a los ciudadanos. Además, ya no hay excusas para otros tristes espectáculos como plenos con decenas de escaños vacíos o la gravísima falta de transparencia de los grupos con el mucho dinero público que manejan.

Estamos ante la legislatura con representación más plural y variada de la historia de Les Corts. Seis grupos que probablemente en muchos casos actuarán como dos bloques de gobierno y oposición o izquierdas y derechas pero que tengo la sensación no serán monolíticos en todos los temas. A lo largo de los próximos cuatro años -si es que la legislatura se agota y el President no vuelve a adelantar elecciones- veremos más de una extraña alianza y sino, al tiempo.

La mayor novedad en el parlamento valenciano es la llegada de Vox. Es verdad que se han visto defraudadas sus grandes expectativas y, sobre todo, que no son decisivos pero no es menos cierto que han obtenido el diez por ciento de los votos, diez escaños y se han convertido en la quinta fuerza política por encima de Podemos. Esos datos y la tribuna de Les Corts le van a dar visibilidad y el resto de partidos deben saber gestionar ese escenario combinando respeto institucional y distancia política. De momento el Botànic les ha dejado sin representación en la Mesa. Lo curioso es que ellos han callado y el único que les ha defendido es el portavoz de Ciudadanos, Toni Cantó. Inaudito lo uno y lo otro.

Por cierto, me cuenta una amiga que en el PSPV nadie ha cuestionado la táctica de Ximo Puig cediendo la Presidencia de les Corts a Compromís y una de las secretarías a Podemos a pesar de poder haberlas exigido para su partido y es que la paciencia del President con sus socios durante la última legislatura emulando al Santo Job le dio resultados.

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