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En voz alta

El Botànic rescata (250) personas

No entiendo tanta polémica y crítica al nuevo Consell por el espectacular aumento de altos cargos y asesores. Fijaron su prioridad en rescatar personas y están cumpliendo, al menos de momento, con 250 nombrados para dirigir los primeros escalones del gobierno valenciano. Ironías al margen, todavía no salgo de mi asombro con el brutal incremento aprobado por los socios del Botànic que seguro piensan que el escándalo se diluirá en cuestión de días o semanas pero que, en cualquier caso, se habrá olvidado al comienzo del nuevo curso político aprovechando que agosto está a la vuelta de la esquina. Creo que se equivocan porque este asunto, además de ser arma recurrente para la oposición, les saltará a la cara cada vez que quieran presumir de una administración austera, justificar la deuda o reivindicar más financiación. Es evidente que la partida que acabe destinándose a todos estos miembros del ejecutivo es mínima en comparación con el presupuesto pero políticamente es una bomba que los Puig, Oltra y Dalmau solo podrán desactivar demostrando que no es un gasto sino una inversión necesaria para hacer de la autonómica una administración mucho mas eficaz. Y es que ese es el verdadero reto, el de la modernización de nuestra maquinaria administrativa y, por supuesto, ampliar las plantillas de trabajadores públicos donde más falta hace como sanidad, educación o dependencia, entre otros, para mejorar los servicios fundamentales a los ciudadanos.

Además, en todo este asunto, hay algo que me ha molestado especialmente cuando se ha entrado en las comparaciones. Antes de contar los números de altos cargos de otras comunidades, díganme exactamente a qué se van a dedicar los nuestros, qué objetivos concretos se les ha fijado y en algunos casos la acreditación de su capacidad para ocupar el puesto además de ser de unos de los partidos del gobierno y necesitar colocarlo. La segunda comparación es con la época de gobiernos populares argumentando que ellos tenían los mismos pero camuflados en empresas públicas. Menos mal que mejoramos pero habrá que recordar que los actuales gobernantes llegaron al poder criticando los excesos de los populares y ahora, además de ser coherentes, no pueden repetir errores del pasado.

Dicho todo esto e imaginando que el Consell no rectificará, insisto en lo importante que es demostrar que ese ejército de altos cargos y asesores se van a ganar el sueldo porque también está en juego algo tan importante como la credibilidad de la política. Yo creo mucho en ella y en muchos de los que la protagonizan pero, precisamente por eso, hay que ser muy trasparente, didáctico y coherente. Gestionar una comunidad de 5 millones de habitantes con competencias tan importantes y más de 20.000 millones de euros de presupuesto requiere compromiso, capacidad, esfuerzo y también dinero. Por eso no caben demagogias pero por ninguno de los dos lados.

Por cierto, me cuenta una amiga que en Moncloa se compara mucho el panorama que dejaron las elecciones en España y la Comunitat Valenciana. Ximo Puig, vistos los resultados, se decidió desde el primer minuto por incluir en su gobierno a Compromís y Podemos y que fueran ellos los que eligieran a sus consellers y altos cargos tras el reparto acordado. Sin embargo, Pedro Sánchez sigue apostando, al menos en público, por un gobierno en solitario e incluyendo ministros que le propongan los de Podemos pero que a él le parezcan bien. Puig ya es President mientras a Sánchez se le agotan los plazos aunque ya se sabe que es hombre de suerte, arrojo y astucia, al menos hasta ahora.

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