Aunque solo sea por estar a punto de llegar al relajo agosteño, me van a permitir los lectores de Levante-EMV que haya recurrido al viejo truco de buscar un titular llamativo para captar su atención y que dediquen unos minutos de su preciado tiempo a leer estas líneas. Les anticipo que la afirmación no alcanza ni la categoría de hipótesis contrastada pero también es cierto que cosas más increíbles hemos visto y aprovechando un escenario político tan abierto por qué no reflejar una de las mil posibilidades que, a buen seguro, se barajarán durante las próximas semanas.
Lo que sí hemos oído es que el PSOE no volverá a ofrecer un gobierno de coalición a Podemos, Pablo Iglesias no apoyará a Pedro Sánchez si no le da ministerios mientras PP y Ciudadanos se niegan a abstenerse para permitir un ejecutivo socialista. Así están las cosas y, por tanto, si todos cumplen sus solemnes proclamas, estamos abocados a la repetición de las elecciones el 10 de noviembre. No obstante, nadie puede descartar cambios de postura que permitan evitarlas con acuerdos antes del 23 de septiembre. De esta forma tenemos 8 semanas por delante donde los partidos políticos van a combinar los dos planes y contemplar los dos escenarios. Desde la Comunitat, la izquierda insistirá en intentar exportar la fórmula de éxito del renovado acuerdo del Botànic y el método seguido, es decir, además de empezar por el programa antes que los cargos manifestar desde el principio que el pacto sería a base de compartir gobierno y que, una vez repartidas las áreas, cada uno elige a sus consellers y equipos. Todo eso frente a los continuos bandazos de la negociación en Madrid que empezó con gobierno socialista en solitario, luego integrando solo a independientes, veto a Iglesias y pelea por los ministerios.
También desde aquí habrá presiones al PP y Ciudadanos para intentar un gobierno de centro. Lo de los populares la verdad es que me sorprende mucho teniendo en cuenta que fueron desalojados del poder hace poco más de un años como auténticos apestados por la corrupción. En el caso de Ciudadanos y por mucho que moleste al entorno del Presidente en funciones hay quien cree Albert Rivera puede llevar su inquina personal contra Pedro Sánchez a exigir que se haga a un lado para apoyar a los socialistas como, por ejemplo, hicieron hace 4 años en la Diputación de Alicante obligando a Pepe Císcar a apartarse de la presidencia para pactar con el PP. Todo apunta a que los socialistas nunca aceptarían este planteamiento pero ahí entra la peregrina idea expresada en el titular del artículo y es que ya hay quien piensa e incluso habla, de momento en privado, de otros nombres que podrían ponerse sobre la mesa en ese hipotético y casi imposible escenario, entre ellos el del valenciano José Luis Ábalos.
Paralelamente a los movimientos y negociaciones en búsqueda de pacto, los partidos empiezan a engrasar sus maquinarias electorales incluyendo con gran sigilo los primeros contactos para intentar pactos preelectorales que les permitan mejorar los resultados del pasado 28 de abril. Para empezar en el casi siempre olvidado Senado se pondrían sobre la mesa posibles pactos por bloques, tanto de izquierdas como de derechas, para intentar llevarse 3 de los 4 senadores que habría en juego en cada provincia. En la izquierda ya se intentó con la famosa Entesa acordada en nuestra Comunitat pero finalmente vetada por Pedro Sánchez. En la derecha el PP se lo propuso a Ciudadanos pero Albert Rivera lo tumbó.
Mientras tanto, para el Congreso yo no descartaría movimientos sobre todo en Compromís que después de obtener 4 escaños en 2016 al concurrir junto a Podemos, se quedó con uno solo en 2019 yendo en solitario. La relación con Pablo Iglesias y los suyos se ha deteriorado bastante pero no lo suficiente como para no descartar algún tipo de contacto aunque entre los valencianistas cada vez son más los que, en caso de pactar, preferirían hacerlo con Iñigo Errejón y su Más Madrid. Todo eso sin olvidar lo que harían desde Esquerra Unida tras pactar primero y discrepar después con Podemos.
Por cierto, me cuenta una amiga que son muchos y en todo tipo de ámbitos los que confían en el buen hacer del Conseller Arcadi España, uno de los políticos más capaz, moderado y dialogante de la actual política valenciana, para rebajar y reconducir la tensión generada entorno al proyecto del nuevo muelle del Puerto de València.
