Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Nunca he sido apocalíptico porque cualquier tiempo pasado fue peor, como saben los materialistas históricos. La nostalgia no es cosa ya ni de poetas, que saben que el amor solo tiene presente. Por eso siempre huyo de los neorománticos, pendientes que alguien les haga caso, sin merecerlo. Siempre me interesó más la València viva y canalla, más interesante que la oficial, aburrida y voraz. Y aunque las autoridades se empeñan en ponerlo difícil existe marcha, acción y talento. Ja no em crec els teus intents/ de cridar-me l'atenció mentre em cremes les mans, cantan los de Tenda en Contra la paret. Cuatro chavales, Martí, Evarist, Guillem y Claudi, que han publicado su primer disco. Una música con mucha fuerza como su tema Malalt de ciutat que demuestra la vitalidad y la energía de unos actores hastiados de la pasividad operante. Había que ver las caras de los que llenaban el sábado la sala 16 Toneladas en su concierto para saludar el destino. No solo ellos, muchas otras bandas, y actores como los que están estos días representando El moviment en el Micalet, simbolizan la pujante actividad artística que ha llegado con vigor. Críticos y pragmáticos, igual que sus colegas escoceses o austríacos, crecidos en un entorno urbano amablemente hostil que reivindican como propio pero que necesitan transformarlo. Están pasando muchas cosas interesantes en esta orilla del Mediterráneo, más de las que contamos pues nos falta conexión con esa realidad que no necesita agentes de comunicación, ni patrocinadores, ni de eventos inflados donde siempre van los mismos. Hace poco asistí a una interesante mesa redonda donde había más gente que conferenciaba que asistentes. Me enamoré del periodismo cuando me tropezaba con los mestres en las noches del Carme. Ahora se organizan desayunos, pero los que me siguen poniendo son los del horno de la calle Sueca o los de los baretos cutres del Mercat después de una noche de marcha. Me reconcilian con la vida, señalan los vientos de la ciudad y además permiten charlas auténticas con los hijos.

Compartir el artículo

stats