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En la ciudad dispar

«A l'hora del record seràs, València,

una ardent mida d'obres i raó.

Trobarem que si ens queda una cançó, en ella et sorprendrà nostra insistència»

Joan Fuster, Sueca 1971

Al margen de los momentos de excepción que vivimos, València afronta su transformación. La mayor desde que Cirilo Amorós mandó derribar las murallas medievales en 1865. La operación que está en su quinto año de ejecución con el segundo mandato del alcalde, Joan Ribó, sigue tres fases: saneamiento financiero de la ciudad cuarteada tras 25 años de mandatos consecutivos del PP. Trazado de un plan que revitalice la ciudad y asegure su viabilidad económica. Proceso de ciudad anquilosada al dinamismo de urbe contemporánea y competitiva.

?Líneas de actuación. Plan de actuación en creatividad e innovación. Replanteamiento urbanístico. Ampliación de los espacios verdes. Para instrucción y ocio con la parte practicable del Parque Central. Redefinición de la ciudad. Espacio para recuperar su dimensión humana. Apertura a la fachada marítima por la Marina. Rescate e incorporación de la salida del cauce fluvial al equipamiento cívico. Apoyo de los hábitos para recorrer la ciudad (peatonalización intensiva, carril bici-patinete, trabas al vehículo de cuatro ruedas), eficiencia del transporte público(bus, metro, tranvía, taxi). Alicientes al visitante externo (turismo) y al usuario interno ( vecino- contribuyente).

?Plan. Junto a los logros y a las mejoras hay que situar: los condicionamientos políticos que lastran las iniciativas y el inexistente proyecto para crear el armazón cultural que se corresponda con los objetivos estructurales y logísticos. El necesario gran proyecto cultural para València no existe y es desconocido. La ciudad de València necesita saber hacia dónde va y cuáles son las coordenadas para conseguir la imagen de «puntera metrópoli contemporánea». El turismo en la ciudad de València no es elitista. Perdida la proyección hacia la particularidad del turismo de negocios, coincidente con la larga crisis de Feria València, el entramado urbano debería contar con centros imaginativos, creativos y sugerentes. Reclamo para la actividad económica, comercial, cultural y científica.

?València al cubo.

Los valencianos no han tenido suerte con la asignación de nominaciones. Sus dirigentes en el tiempo han favorecido para identificar ciudad, reino e hinterland. La última posibilidad de diferenciación la desperdició Jaime de Burgos en 1832(Cea Bermúdez y Fernando VII). Se empeñó en dividir el estado español en 49 provincias y 15 regiones desvirtuadas. Tuvo la inconveniencia de repetir el mismo topónimo del «cap i casal», en la provincia central y el Reino de València. ¿Casualidad o perversidad? La confusión de conceptos despersonaliza. Se debe a la insensibilidad y a la incompetencia. Reflejó la dificultad de segregar la villa del acervo histórico. Pesa la impronta municipal que impregnaba el cuerpo legal de los Fueros. Pervive en la urdimbre institucional que compite con la provincia, siguiendo el modelo departamental francés para un Estado centralizado.

?Su majestad dos ruedas. Si se quiere fomentar y favorecer la circulación de bicicletas, patinetes y motos, primero hay que lograr la instrucción de los usuarios—muchos irresponsables e indocumentados— para que conozcan los recorridos y las condiciones para ejercer sus prerrogativas . Hay que establecer las condiciones legales y de responsabilidad(seguro) que incumben al propietario y al conductor. En otras ciudades(Barcelona y Madrid) y en València ocurren accidentes—algunos mortales- y perjuicios. Que se derivan a los vehículos y peatones con los que comparten la calzada y las aceras. Las facilidades para los biciclos no implican el derecho a invadir los espacios (aceras, pasos de peatones, calles, pasos cebra, cruces) a su antojo. Sin respetar los derechos de los demás. Habrán de disponer de permiso de circulación. Con un seguro para daños y perjuicios , no pueden incumplir las normas de tráfico (semáforos, circular por dirección prohibida, pasos cebra, abalanzarse sobre los viandantes) impunemente.

?València, proyección cultural.

Es importante establecer las prioridades de una ciudad que se reinventa, con la modificación de mentalidad y de especialización. En el siglo XXI resulta difícil vender un espacio urbano con futuro, sin definir su proyecto cultural. En nuestro entorno: Madrid, Barcelona, Bilbao o Málaga, realizan un esfuerzo creativo e inversor para desarrollar y potenciar su imagen de amplios y plurales contenedores culturales, accesibles y dirigidos hacia diferentes públicos. El nivel de exigencia cultural y su extensión generacional, marcará en el futuro la calidad del turismo que se atrae. Al margen de satisfacer la autoestima de los ciudadanos autóctonos, con cuyos impuestos se desarrollan estas actividades que incrementen su nivel de satisfacción cultural y humana.

Subsiste la evocadora imagen de la pintura, genuinamente valenciana, recreada en los cuadros de la serie «el billar» del Equip Crónica y las metáforas reivindicativas expresadas en la obra del Equip Realitat. Reveladores en testimoniar la arbitrariedad e injusticia en la posguerra valenciana. Hay una densa trayectoria de notables artistas del País Valenciano que han tenido que emigrar para sobrevivir y buscar su espacio en el mundo de la cultura. Una vergüenza. Recoger esa antorcha singular de técnica y expresividad no es una posibilidad, sino el deber ineludible de una sociedad adulta. Para conseguirlo existen ayuntamientos y órganos de gobierno. Con factor diferencial: que son democráticos y han llegado para perdurar.

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