Crímenes deslocalizados

Milena Smith protagoniza en Netflix 'La chica de nieve'.

Milena Smith protagoniza en Netflix 'La chica de nieve'.

Maite Mercado

Maite Mercado

Al publicarse esta columna sabremos quién nos representará en Eurovisión este año. ¿Agoney o Blanca Paloma?, los favoritos después de la fiesta de las semifinales del Benidorm Fest que encandila a miles de jóvenes y no tan jóvenes, como se deduce del apasionado seguimiento del concurso musical. Aunque su rendimiento en la televisión en directo ha caído unas décimas, para valorar la audiencia total hay que irse a las redes sociales de todo tipo donde la marca tiene mucha pegada, en palabras de la responsable de Comunicación y Participación de RTVE. Y por estas tierras más que encantados con la apuesta de la Generalitat que da lustre a las playas alicantinas fuera de temporada para alegría del sector turístico.

Pero con este frío el gran éxito del audiovisual patrio ha sido «La chica de nieve», una serie que, aunque rodada en la cálida Málaga, tiene ese punto gélido al que nos han acostumbrado las decenas de producciones nórdicas sobre crímenes consumidas desde que estamos sumergidos hasta el fondo en la globalización cultural en streaming. De hecho, Islandia, Noruega y Suecia son algunos de los países donde la serie española se colocó como número 1 el fin de semana pasado cuando se estrenó en Netflix. El género negro es un valor seguro, tanto en los noticiarios como en la ficción, sucedan las desgracias donde sucedan.

Como todos sabemos ahora, la serie es una adaptación de la novela del mismo nombre de Javier Castillo, no por casualidad nacido en la ciudad donde transcurre en pantalla la acción que en el papel imaginó en las calles de Nueva York. No leí el libro que dicen fue ‘el del confinamiento’, ni lo voy a leer ahora que sé quién es el malo o la mala, pero aparte de las diferencias lógicas por el cambio de localización y algún personaje omitido, es bastante fiel a la novela, dicen los que sí la leyeron.

La protagonista (Milena Smit) mantiene el nombre, Miren, que no sonaba muy yanqui, y sigue siendo estudiante de periodismo cuando desaparece una niña de cinco años. La elección de José Coronado para interpretar a su mentor, un veterano reportero de investigación y profesor asociado en la Universidad, es un chute de nostalgia añadido para los que recordamos la mítica «Periodistas» de Globomedia que acaba de cumplir 25 años.

La investigación policial da con una red de pederastas que quisiéramos que fuera pura fantasía. Sin embargo, solo hace falta leer la noticia de la detención de un vecino de Dos Hermanas por la posesión de 350 vídeos con agresiones sexuales a menores de edad y un tutorial donde se instruía a los padres sobre cómo abusar sexualmente de sus hijas, para mostrar una vez más que la realidad supera a la ficción.

Suscríbete para seguir leyendo