Círculos concéntricos

Qué dicen los mercados de la economía española

Martí Saballs

Martí Saballs

El pasado 16 de noviembre el Estado adjudicó 1.872 millones de euros en oligaciones del Tesoro a 10 años con un tipo de interés marginal del 3,61%. La demanda fue casi el doble. Aquel día, esta rentabilidad era de cien puntos base por encima de la idéntica deuda alemana. Ayer martes había caído hasta los 96 puntos. La prima de riesgo, que llegó a los 650 puntos poniendo al borde del cataclismo a la economía española en el verano de 2012, ya no genera noticias ni alboroto.

Es el indicador de la estabilidad financiera de un país -a mayor prima, más recursos destina el Estado a pagar intereses- y qué grado de confianza ofrece a los inversores que compran no sólo acciones de empresas, sino también deuda soberana. Por ejemplo, el fondo de inversión de Noruega tiene en su cartera 2.700 millones en deuda soberana española. Por comparar, la prima de riesgo de Italia se encuentra en 176 puntos.

Otro factor que sirve para calibrar el sentimiento inversor hacia España es la evolución de la Bolsa. En medio de la incertidumbre generada por los pactos parlamentarios y la composición del Gobierno, el Ibex 35 ha ganado un 10% en el último mes y un 2,67% desde el viernes 21 de julio.

¿No preocupan a los inversores la situación económica española o están a la espera de qué potenciales propuestas económicas -nuevas leyes laborales, más impuestos, más gastos sociales- acabarán ejecutándose? ¿Es significativo lo que ocurra en la Bolsa teniendo en cuenta que las grandes empresas españolas obtienen más de la mitad de sus ingresos del exterior?

Hay expectativas de todos los colores. «Los acuerdos políticos para lograr una mayoría parlamentaria ofrecen un crédito negativo para la deuda soberana española y positiva para los gobiernos regionales», titulaba la agencia de calificación Moody’s en un informe.

«La composición heterogénea del apoyo parlamentario al Gobierno significa que cualquiera de los partidos de la coalición pueden bloquear la legislación, incluyendo aquellas que sean necesarias para reducir el peso de la deuda pública sobre el PIB», afirmaba en otro informe Standard & Poor’s.

Esta misma agencia considera demasiado prematuro estimar la futura evolución de la calificación de la deuda, en A/Estable/A-1. Marko Mrsnik, Director General de Ratings soberanos de Europa en S&P cuenta: «Habrá que observar atentamente las decisiones sobre política presupuestaria». La tramitación parlamentaria de Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) no se realizarán hasta iniciado el año próximo.Allí se expondrán crudamente los equilibrios entre todos los socios: desde el PNV hasta Podemos, que sigue dentro de la coalición Sumar.

¿Las perspectivas económicas? El FMI considera que España seguirá siendo una de las mayores economías de la zona euro que más crezca en 2024, un 1,7%, y el banco de inversión Goldman Sachs destaca sobre España: «Esperamos que la fortaleza del consumo privado se extienda hasta 2024 gracias a un sólido mercado laboral y  a un mayor incremento de los ingresos».

Mrsnik considera «relevante que se acelere la ejecución de los fondos europeos, que se han ejecutado por debajo de lo planificado».

¿Y el medio plazo? La necesidad de reducir el déficit público al 3%y la deuda de las administraciones a niveles menores al 109% sobre el PIB supondrá para Alicia Coronil, economista jefe de Singular Bank, «un incremento de la presión fiscal sobre empresas y hogares que, junto a la incertidumbre y la polarización política podría reducir las perspectivas de crecimiento en 2024».

Coronil justifica el buen comportamiento de la prima y de la renta variable a efectos exógenos: «Han pesado las perspectivas de reducción de los tipos de interés ante la moderación de la inflación». Para el analista de S&P, «España, como el resto de países de la zona euro, se verá aliviado porque los tipos de interés han tocado techo, pero la aceleración del endurecimiento cuantitativo por la parte del BCE volvería a empeorar las condiciones financieras».

Otro tema de debate: ¿Puede afectar la condonación de la deuda de las autonomías -suman 327.346 millones según datos del Banco de España- al crédito de España? No, porque las agencias analizan la deuda soberana global.

Desde S&P, Alejandro Rodríguez es Director de Análisis de Finanzas Públicas señala: «En términos financieros, tenderá a ser positiva para las Comunidades, pero puede generar un problema de riesgo moral, desincentivando el control de los déficits».

Las comunidades que hayan hecho bien los deberes y con menor carga de deuda pueden sentirse justificadamente agraviadas. Para Coronil, la condonación de la deuda «sentaría un precedente negativo sobre el rigor de la ejecución presupuestaria.

Lo deseable sería realizar reformas estructurales que mejoren la eficiencia del gasto público, impulsen la productividad y la competitividad».