reflexiones

Meras fotografías

Esteban Gonzalo Rogel

Esteban Gonzalo Rogel

Por doquier pululan por blogs y redes sociales miles de fotografías, mayoritariamente tipo instantáneas, meras fotografías, que están difundiendo escenas urbanas de otros tiempos, personajes populares, festejos y medios de transporte. Gran difusión cultural, sin ánimo de lucro y digna de elogio, aunque algunas veces los colgadores se olvidan de quienes las realizaron, ya que tuvieron un autor que con un artilugio llamado cámara tomó las instantáneas. Otras veces ponen autor desconocido a la espera que alguien les informe de la autoría para poner un adecuado pie de foto. También quienes no sólo se «olvidan» del autor, sino que recortan la foto y se la adjudican.

Sin embargo, a los pocos con falta de ética está el contrapunto de los aprovechados, que, olvidando la reglamentación sobre la duración de los derechos de reproducción de las meras fotografías o instantáneas, que por cierto no son ilimitados, reclaman pagos, con la cooperación de letrados, a quienes las publican sin ánimo de lucro y animados por el placer de difundir la cultura de su tierra, teniendo, además, la incomprensible ayuda judicial dándole la razón al demandante.

Creo que las autoridades e instituciones correspondientes deberían tomar cartas en el asunto, difundiendo la legislación vigente, tanto para evitar los incumplimientos éticos reseñados como para que no haya ciudadanos perjudicados judicialmente sin que debieran serlo por realizar una labor gratuita en una ciudad donde los servicios y el turismo son fundamentales para su economía.

Quien o quienes coaccionan reclamando pagos, según dicen por no haberles pedido autorización para la publicación de meras fotografías realizadas en exteriores, asustándolos con demandarlos judicialmente con elevadas costas, y, por consiguiente, con el peligro de perder incomprensiblemente el juicio, demuestran escasa valencianía al reclamar el uso de meras fotografías urbanas que, según me he enterado, fueron realizadas en los años cincuenta, sesenta y primeros setenta del siglo pasado, con casi medio siglo de antigüedad las más modernas, y están perjudicando la imagen pública de quien hizo las instantáneas.

Expreso lo anterior como autor también de fotografías, con muchos miles de instantáneas o meras fotografías como complemento a mis escritos.