Cazar dinero

Ángeles Sanmiguel

Ángeles Sanmiguel

 ¿Más dinero público para otro negocio en “inminente peligro de extinción” y su pedagogía? ¿Millones de euros en componendas de violencia? “A través de L´Escola de Caça i Natura -la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana- ha diseñado una serie de programas cuyo objetivo se centrará en exclusiva en la aproximación del sector cinegético a los jóvenes, y especial participación del colectivo de cazadores ahí donde se moldean las mentes del futuro, en los colegios e institutos” expone la página web del citado organismo. ¿Sueldos o “paguitas” para “escopeteros” mudados en docentes? Cuarenta mil personas constan como federadas en el País Valencià una nimiedad para los cinco millones doscientas setenta mil ochocientas dos personas censadas en dos mil veintitrés, pero ¡cada voto hace bola! Como en toda trama bien urdida cualquier presupuesto se aprovecha: cultura, tradición, apoyo a la agricultura y ganadería, industria (armamentística primordialmente), turismo (a las claras cinegético, o disfrazado), medioambiente, ecología, educación y, por supuesto, deporte -el portentoso epígrafe-. Tom Regan, filósofo y líder internacional en la defensa de los derechos de los animales, proveedor de “la más grande recopilación de documentos sobre los derechos de los animales que existe en el mundo”, escribió: “Participar en un deporte, en su significado más auténtico, exige la voluntaria intervención de todos los competidores. Por ello el baseball (béisbol), el fútbol y el golf son deportes, mientras no lo era la masacre de los cristianos en el Coliseo”. Cinco millones de euros públicos, entre dos mil dieciocho y dos mil veintidós, recibieron las federaciones de caza junto a otras suculentas partidas más esotéricas. “Todos reciben dinero público, se proclaman defensores de la agricultura” y por ahí les entra otro pellizco. Actualmente el chorro de dinero brotará a caño libre dado que tanto Diputaciones como Consellería d´Educació, Investigació, Cultura i Esport son involucionistas por génesis

“Los de Neandertal cazaban por necesidad, los cazadores hoy cazan por placer. ¿Esto es avanzar o retroceder?” esgrimía Isabel, septuagenaria, en la manifestación valenciana celebrada este mes de febrero, como se viene haciendo desde el año dos mil diez a nivel nacional e internacional, organizada por la Plataforma NAC (No a la caza), y por el fin de la caza con perros. “¿No tienen otra cosa que hacer hoy en día con las cosas que hay para distraerse? Nos han educado para ser tontos, ignorantes, crueles, primero se aprovechan y luego dicen. ¡es que sois tontos!” apunta la también docente y conferenciante. “Tenemos una historia desgraciada, cuando hemos querido dar un paso adelante, ¡patapam! los milicos y los curas, España ya no es un país rural pero sigue teniendo la mentalidad rural”, a lo que otra manifestante apuntaría: “El mundo rural es muy cruel con los animales”. Todo razonamiento basado en la preponderancia humana sobre el resto de seres queda fulminada ante lo dictado por la legendaria Tabla Esmeraldina, atribuida al sabio, “Tres Veces Grande”, Hermes Trimegisto: “Lo que está arriba es como lo que está abajo”. Una vez la inteligencia artificial esté completamente implementada, ¿qué pasará con los desordenados apetitos humanos?

Zahra comenta que “la gente se divierte haciendo daño, no puedo comprender eso, no me cabe en la cabeza, en el siglo veintiuno aún están algunas personas peor que en la Edad de Piedra”. ¿Violencia como placer y regodeo? ¿Por qué les sale a cuenta a ciertas aseguradoras, publicitadas hasta el hartazgo, el cubrir muertes y heridas “en caso de accidente durante la práctica de la caza”? “Lo llaman accidente disparar contra la gente” se corea. “Ponen en peligro a la gente que vivimos en el monte”, a senderistas, ciclistas, a cualquier persona o animal que ronde por cualquier paraje. El noventa por ciento del territorio nacional son cotos. El estudio de una aseguradora expone que hay “tres mil accidentes por animales que huyen” despavoridos de esos mataderos-cotos-criaderos, provocando accidentes. ¿La propiedad se hace cargo de indemnizaciones y gastos ocasionados como se estipula o la omertá se instala de ipso facto? ¡Cuidado urbanizaciones y casas rurales, silba la munición! “Sólo el dos por ciento (de la población) son cazadores y tienen secuestrados nuestros campos y montes de octubre a febrero con la complicidad de los poderes públicos, ellos dominan al poder, en la cadena trófica eliminan a los depredadores y provocan superpoblación, sectores como el marketing hacen un lavado de cara; en un coto lo primero que eliminan es al zorro, al lobo, se cuentan millones de animales (matados) de caza menor, son los del tamaño del zorro para abajo” declara Cala, portavoz nacional de NAC. La Unión Europea prohibió la munición con plomo pero en España “han prorrogado la prohibición del plomo” soslayando que “cualquier animal que se alimente con un animal infectado también muere” y este, por consiguiente, envenenará al siguiente en la cadena alimentaria. “¡No pararemos! nuestro objetivo es eliminar la caza con perros y luego la caza”, sentencia Cala.

¿Patrocinios públicos y privados para competiciones y un amplio catálogo de aborrecibles modalidades? Premios y concursos loan un organigrama monopolista. Trampas, monterías, batidas en señoriales latifundios, ojeos y caza con galgos, cotos, pólizas para cotos, puestos en humedales, el prohibido “parany” y sus asociaciones, armería y múltiples derivados ven peligrar un lucrativo cambalache que en la dictadura franquista se ensalzó como carismático perfil español. “¡Menos cazar y más leer! que además es más barato” pone un cartel. Terratenientes, latifundistas, personas de, más o menos, rancio abolengo y fortunas catalogadas mantienen su esencia fractal (autosimilitud) a base de las arcas gubernativas y la redirección de subvenciones de la Comunidad Europea, calórico maná para este lobby dueño de escenarios donde comilonas y cadáveres armonizan. “Se ponen de drogas y alcohol hasta el culo”, comenta Raquel. “Aparte de matar animales es un colectivo masculinizado y en manada sale lo peor de su género”. Mujeres, jóvenes y menos jóvenes, pululan por tales prácticas siendo algunas representativas del colectivo. “En Pedreguer se hizo una batida de jabalíes, me pareció aborrecible salir a matar a beneficio del cáncer, mujeres feministas, espero que eso haya sido un caso puntual” no hay que olvidar que “mujeres, niños y niñas y animales son los maltratados” declara Julia, a lo que recalca otra manifestante: “Que lo hagan en nombre del feminismo me duele como feminista porque sabemos lo que es estar oprimidas”, es un feminismo que “se entiende mal, que las mujeres tiene que hacer lo mismo que los hombres”. “Que una mujer cace no es un logro del feminismo, es replicar una actividad violenta para oprimir a otros por el hecho de pertenecer a otra especie, es una excusa para ejercer la violencia sobre otros, no hay motivo alguno para sentirse orgullosas”, puntualiza la citada Raquel.

“Matan animales sanos, los más vistosos posibles, los animales enfermos no los pueden exhibir ni se los pueden comer”. “El cazador humano mata al animal que le queda mejor la cabeza en la pared” por lo que otro satélite que planea en esta anacrónica y cruel atmósfera es la taxidermia. “El cazador apuntaba deliberadamente lejos de la cabeza para no estropear el trofeo”, recoge Regan en uno de sus libros. Por su parte circos y zoos proveen a nivel mundial de presas, más o menos económicas, vendiéndolas a comerciantes que las revenden para la “caza enlatada” lubricando el engranaje de redes de especulación animal. “Caza recreativa”, nunca deportiva. En la exculpación se argumentan con oxímoros como el de “cazador humanitario”. También existe la caza de coleccionista y aquella otra tan arraigada por estos lares que no respeta parques naturales ni zonas protegidas, ni humedales reconocidos, sea furtivamente o con la aprobación conveniente.

“Nos tienen en el punto de mira”. José de Anima Naturalis relata que “un chico, desde una ventana, ha escupido a la manifestación y la policía ha ido, ¡ojalá lo identifiquen!”. “Si tenéis algún problema aquí estamos nosotros” fue el ofrecimiento de las fuerzas de seguridad a la representante de Nac. Cuarenta y siete ciudades españolas, veintisiete europeas y ochenta y cuatro coordinadoras han participado en esta jornada. Medios de comunicación clonaron notas de prensa pero, de treinta y cinco correos a los diferentes soportes informativos de la comunidad, Nac no recibió respuesta alguna. ¿Y la televisión? La Sexta cubrió la acción madrileña. María Jesús, coordinadora Desde València Animal Save, leyó “¿Hasta cuándo?” poema de Marta Navarro García donde se versifica “que si todos los animales pudieran leer poesía elegirían” a Miguel Hernández: “¿Qué hice para que pusieran en mi vida tanta cárcel?

Lisa joven alemana comenta que “En Alemania ha salido mucha gente a la calle”. “A mis amigos les importa más la fiesta que la caza, ningún amigo mío quiere hijos, quieren animales, hoy en día los animales son los hijos, la juventud prefiere fluir”. En Denia, comenta, “hacen toros, es ¡una mierda!”. Adoptar galgos hace que se viva de cerca la trágica suerte de estos canes cosificados por sus dotes naturales, Lucía junto a sus dos galgas: Faura y Kira, participa en el recorrido. “A raíz de la adopción me impliqué, con lo que llega cada día se te cae el alma a los pies, la gente no es consciente del horror que hay detrás, es mucho peor de lo que se ve”, considera que “en el interior tienen concepto de herramienta más que de compañero de vida, con la nueva ley no ha cambiado nada, el abandono es el mismo”. España es el único país de la Unión Europea donde se permite la caza con perros. En el Antiguo Egipto los galgos se asociaban a la realeza, Argos, el perro de Ulises, protagonista de la homérica Odisea, era un galgo. En el siglo once, en Inglaterra, quien matase un galgo era reo de muerte.

Una sanitaria afirma estar “en contra de todo lo que implique maltrato animal” de su cotidianidad relata que “ayer llegaron tres cogidas de toros y una en la UCI”. Julia al respecto reconoce que “Es una lucha constante, nos manifestamos el primer día de bous a la mar donde si no mueren ahogados, mueren infartados y la caza es una aberración, soy liberadora de podencos, cuando no actúa el Seprona o la Guardia Civíl, tenemos que actuar”, por su parte una cuidadora de colonias felinas comenta que “en Sagunto no nos quieren ni recibir” los “sillones” locales.

“Shame on you Spain! We also want hunting dogs in the new Animal Welfare Law!” (¡Qué vergüenza España! ¡También queremos perros de caza en la nueva Ley de Bienestar Animal!), “Partido Animalista PACMA”, “No al maltrato animal, Podemos Animalista València”, “Asociación Animalista de Olocau, no a la caza, trabajamos por la ética y el respeto a los derechos de los animales”, “APAD. Asociación Protectora de Animales de Denia”, “Asociación de Bienestar Animal de Bétera, por un mundo sin maltrato animal”, ¡¡¡Control poblacional de cazadores ya!!!”, “¡Cazadores la verdadera plaga rural!”. Una pancarta con treinta y tres fotos de canes reza: “Recogidos de octubre a enero en un pueblo de 3.500 habitantes, ¡hasta cuándo?”, “Associaciò Animal per Cullera”, “Firma ya contra la caza, no a la caza. Cuanto más indefensa está una criatura, más derecho tiene a estar defendida”, “Biel, otra víctima de la caza, mismos perros, misma ley, somos vuestra voz, Galgos 112”, “Asociación colonias felinas”, “Asociación Rescate y Adopción Galgos, Asociación Soy Galgo”, “No a la caça amb llebrers i altres races”, “Anima Naturalis”, “La caza no es deporte, es asesinato, Denia Animal Save”. “No más perros ahorcados”, “Que no te cuenten cuentos, no tienen argumentos”, “Campos libres de sangre y plomo”. Albert Schweitzer, Premio Nobel de la Paz en mil novecientos cincuenta y dos, dictaminó: “Llegará un momento en el que la opinión pública ya no tolerará la diversión fundada en el maltrato y la matanza de animales, vendrá el momento. Pero, ¿cuándo?”.