A Vuelapluma

La política está para que no haya héroes

Minuto de silencio conpolíticos, afectados y el pueblo de València.

Minuto de silencio conpolíticos, afectados y el pueblo de València. / FERNANDO BUSTAMANTE

Alfons Garcia

Alfons Garcia

Pasado el luto oficial, conviene empezar a decir. Empecemos por la corteza, la superficie. En estos tiempos las campañas se han perpetuado y es casi imposible no ver a los políticos en constante estado de petición del voto. Aunque sea representante del Gobierno de España como ministra, la aparición ante las cámaras de Diana Morant la noche del jueves sonó más a necesidad de mostrar que la nueva jefa socialista estaba ahí, en el momento duro.

Lo mismo y mucho más puede decirse de la intervención el sábado de Alberto Núñez Feijóo en el minuto de silencio de duelo por las víctimas. Sin cargo institucional alguno a cuestas, produce sorpresa que pueda tomar la palabra detrás de la alcaldesa de València para hablar mñás que ella y expresar la solidaridad de España en el mismo acto oficial de homenaje a las víctimas. ¿Por qué no fuera de ese marco, cuando tenía después una visita a la zona? Hay cosas que uno aún no entiende. Quizá no hemos asimilado que toda nuestra vida es una campaña electoral.

Y, si se permite, siendo un inepto en cuestiones de protocolo oficial, no es razonable que se celebre un homenaje a las víctimas y sean estas las que, pocas horas después de la tragedia, tengan que acudir al ágora oficial, delante del ayuntamiento, y pasar en fila a recibir el abrazo solidario de los representantes de todos. ¿No es más sensato que sean estos los que vayan a saludar y ofrecerse a quienes necesitan apoyo y afecto y no esperarlos como en una recepción oficial?

En todo caso, son cuestiones de forma, importantes porque los gestos denotan actitudes y muestran mayor o menor salud colectiva, pero que en nada cambian lo trascendente en este momento, que son las soluciones.

Las autoridades han estado rápidas y acertadas en el ofrecimiento de medidas urgentes para paliar el daño. Tanto la alcaldesa Catalá con el edificio de vivienda pública ofrecido como alojamiento como el president Mazón con el anuncio de ayudas económicas para los que quieran alquilar un nuevo piso.

Pasado el luto, toca el momento de las respuestas. Toca dar una explicación completa de lo que ha sucedido y toca tomar medidas para que un incendio como este no se repita. Toca primero, por tanto, aclarar los detalles de por qué un edificio moderno y en teoría con todos los papeles en regla ardió como una tea, y toca impulsar una revisión completa y exhaustiva de, como mínimo, los edificios de las mismas soluciones constructivas.

Es el momento también de analizar si la respuesta de los servicios de emergencia puede ser mejor, si los recursos están preparados para casos así. De evaluar si contamos con los vehículos y los materiales de extinción adecuados para un edificio y un fuego de estas características. De revisar si construcciones como estas tienen todas las condiciones para que los bomberos actúen y lleguen a cualquier rincón. Es momento de analizar si al final resulta necesario un servicio especializado para grandes emergencias. Con frialdad y rigor, como suele subrayar Mazón, sin apriorismos ideológicos. De momento, hemos tenido el silencio absoluto (de cara a la audiencia pública) de la consellera responsable de estas competencias, la de Justicia e Interior.

Gobernar también es esto. Gobernar es sobre todo esto: la gestión en (y tras) los peores momentos. No es momento tampoco de revanchismo y oportunismo en quienes no gobiernan, claro, pero la política está para que no haya héroes, para que las soluciones no queden en la actuación épica de unos servidores públicos intentando salvar la vida de otros.

La política está para que ese espacio donde solo cabe el arrojo individual sea el menor posible. Siempre existirá, pero la política (las normas, las leyes, los protocolos) está para dotar de un marco de seguridad real (el mayor posible, nunca total) a la ciudadanía corriente y a los que deben velar por ella. Es momento de política.