Opinión

Carlos Ponce

Innovación bajo el sol de Valencia

Siempre he sido un soñador. Con grandes ideas y una imaginación desbordante, por ello en mi camino se cruzó EDEM y por consiguiente el emprendimiento ha sido mi destino inevitable.

Aunque tardé unos años en tirarme a la piscina, ya que tras terminar mis estudios pasé unos años en el mundo corporativo. Siendo sinceros, emprender e innovar no es uno de los caminos más sencillos para ganarse la vida y menos aún si estas al amparo de una gran corporación con un buen sueldo fijo.

Pero, cuando decidí adentrarme en el mundo de la energía junto con mis socios, por una serie de causalidades nos dimos cuenta de que estábamos pisando un terreno que, francamente, sonaba tan emocionante como ver crecer el césped. Aunque pronto descubrimos que cada paso que dabas en este campo era como abrir un nuevo regalo en Navidad: emocionante, lleno de sorpresas y con el potencial de cambiarlo todo. Vivimos en una sociedad muy dependiente de la energía eléctrica (imaginaos dos días sin luz) y de la cual prácticamente nadie sabe lo que hay detrás, qué tecnologías existen o cómo una guerra fuera de nuestras fronteras podría hacer tambalear el modelo energético europeo.

Con el auge de las renovables y la subida de los precios, la energía se convirtió en la nueva estrella del espectáculo, abriendo telediarios, aunque todos parecían ofrecer lo mismo. La gente elegía su proveedor de luz basándose en rumores de sobremesa y en la búsqueda del chollo más grande que el vecino.

Así que, en medio de este caos de cuñados expertos en energía, desinformación, muchas penumbras y pocas luces, decidimos montar una comercializadora primaria enfocada en empresas.

Rápidamente, nos dimos cuenta de que estábamos adentrándonos en un mercado que se ajustaba perfectamente a la teoría de la competencia perfecta, compitiendo con múltiples empresas en igualdad de condiciones y ofreciendo productos homogéneos.

Pero, en vez de amedrentarnos, esta situación nos hizo más fuertes y astutos. Adoptamos un modelo de comercializadora proactiva, poniendo el control y la información directamente en las manos de nuestros clientes. No más decisiones a ciegas, ahora podían tomar decisiones informadas en tiempo real.

En nuestra búsqueda de fuentes innovadoras de generar energía nos hemos hecho preguntas desafiantes y hemos desafiado los límites de lo que se considera posible: desde preguntarnos sobre el reciclaje de bombas atómicas hasta implementar modelos energéticos basados en transformar la energía de lluvia en electricidad.

Con el sol de Valencia como nuestro testigo y la ayuda de Lanzadera, que genera un ecosistema que hace que te sientas menos loco, buscaremos ser un motor e innovación en la transición energética.