Opinión | Tribuna

Aquella reunión ferial

Aquella reunión ferial, 14 de mayo de 1964, fue fundacional para la Asociación de Ferias Españolas AFE, y fue en València, lo que motiva que, en esta ocasión, se vuelvan a reunir, en nuestra ciudad, en la misma fecha, las principales ferias españolas como reconocimiento de aquella labor.

La Feria de València, que había sido la pionera entre las españolas, 1917, fue fundadora de la Unión de Ferias Internacionales UFI, 1925, y vendría a ocupar igualmente la presidencia de AFE.

Los efectos positivos de las instituciones feriales, como impulsoras de diferentes salones monográficos, puede comprobarse, precisamente este 14 de mayo 2024, con motivo de la inauguración de la Feria Internacional de Maquinaria para la Madera, junto a la de Maderalia, 40 edición, como ejemplo de su consolidación para un sector, lo que también sucede con el juguete, el mueble, los textiles, la cerámica, u otros sectores, en el caso de València, como en otras ciudades españolas, con sus correspondientes salones.

Las Ferias cumplieron un papel dinamizador para la transformación industrial, con la introducción de nuevas tecnologías, y la incorporación de la innovación, diseño y moda, al facilitar los contactos entre directivos y trabajadores, que, por su proximidad, accedían con facilidad a los salones, potenciando la exportación, junto a las Cámaras de Comercio, que deseaban adentrarse en los mercados internacionales, trayendo a los compradores, organizando misiones comerciales, y, finalmente, propiciando la participación en ferias del exterior.

En definitiva, las Ferias fueron el medio más adecuado para el desarrollo de la economía. Se convirtieron en instrumento de marketing por excelencia.

Pioneras en su apuesta por la liberalización del mercado, clarificación de la competencia y el conocimiento de los sectores, como, Luis B. Lluch Garín recogió, en la historia de la Feria Muestrario Internacional, Crónica de los primeros 65 años, analizando el esfuerzo realizado en aquellos años para la consolidación de la estructura productiva española.

¿Y, hoy, 60 años más tarde de aquel encuentro fundacional, cuál es el papel que corresponde a las Ferias, a comienzos de la segunda década del siglo XXI, en el funcionamiento de la economía, dentro del mapa, cada vez más globalizado y competitivo del marco internacional? Veamos alguna de las posibles respuestas.

Las Ferias deben continuar jugando un papel importante en el desarrollo de los sectores económicos de su ámbito de influencia.

El impacto económico y social para la ciudad donde se celebren, y su entorno, les vendrá por añadidura, pero es el carácter de ferias profesionales, pensando en la competitividad de las empresas, el que constituye su razón fundamental de ser y el atractivo básico para la asistencia ferial.

La participación de los sectores en las organizaciones feriales resulta determinante.

Fue su principal activo en el pasado que, hoy, sin duda, resulta más necesario que nunca, para superar las complejas circunstancias del mercado.

La celebración de este encuentro conmemorativo de aquella reunión ferial supone, sin duda, un reconocimiento debido a quienes fueron sus antecesores, pero, también, un estímulo oportuno para dotar de la continuidad necesaria a la labor iniciada por aquellos emprendedores que se avanzaron a su tiempo.