L'Alcalatén. Entre despoblación y concentración demográfica

Comarca del interior castellonense al pie del Penyagolosa, es un territorio de enormes contrastes. Su población durante las últimas décadas se ha mantenido gracias al crecimiento de su capital, l´Alcora. El resto, padece la despoblación

Xodos y el Penyagolosa.

Xodos y el Penyagolosa. / Foto Pablo Solsona

Cátedra Avant. Universitat de València / Joan Carles Membrado Tena. Estepa. Universitat de València

L'Alcalatén es una comarca a medio camino entre el techo del Sistema Ibérico valenciano septentrional (Penyagolosa, 1.813 m) y la Plana castellonense litoral (124 m en el pantano de María Cristina), localizada entre las comarcas del Maestrat (norte) y el Alto Mijares (sur). El enorme desnivel físico existente también se refleja en el gran desequilibro demográfico entre las poblaciones serranas como Xodos y Les Useres, y las prelitorales como l’Alcora. Esta última, capital de l’Alcalatén, no ha dejado de ganar población a lo largo de las últimas décadas, gracias al auge industrial azulejero y auxiliar cerámico en general. En cambio, Xodos, Llucena o Les Useres, se han caracterizado por una pérdida continua: cuanto más alejado e inaccesible se halla el pueblo del núcleo industrial alcorense, mayor es la pérdida.

Despoblación en l'Alcalatén sin l'Alcora. 1900-2022

Despoblación en l'Alcalatén sin l'Alcora. 1900-2022 / Estepa-UV

En la actualidad, l'Alcora tiene más de 10.500 habitantes, población que duplica la habida a principios del siglo XX, mientras que en el resto de la comarca apenas hallamos unos 3.500 vecinos, un tercio de los residentes de 1910. La estructura demográfica está envejecida en la comarca, salvo en l’Alcora. Se observa a través de la pirámide de población como a partir de los 50 años la edad de la población es porcentualmente mayor que la media valenciana, y hasta los 50 años, que es porcentualmente menor. La población mayor de 65 años representa un 27,5 % mientras que la media autonómica valenciana no alcanza el 20 %.

Las actividades económicas en torno a la cerámica son las más destacadas. Son el resultado de la geología del lugar, la tradición artesanal y la adaptación a nuevas demandas

El sistema ibérico valenciano se caracteriza por un paisaje de relieve subtabular que propicia una serie de muelas de cumbre plana, que suelen superar los 1.000 m de altitud. Entre estas últimas destaca el Pla de Vistabella (1.100 msnm): se trata de una plataforma subtabular dislocada, cuya parte alta culmina en Penyagolosa (1.813 m), pico que sobresale vigorosamente sobre el conjunto. Este relieve, que es el segundo alto del territorio valenciano, marca la divisoria de tres cuencas hidrográficas: la del río Villahermosa, al sur (Alto Mijares); la del río Montlleó, al norte (Alt Maestrat) y la del río de Llucena, al este (Alcalatén).

Les Useres. Vista del pueblo desde el camino que va a la Font de Mes Amunt

Les Useres. Vista del pueblo desde el camino que va a la Font de Més Amunt / Fotografías Miguel Lorenzo

La delimitación comarcal valenciana de 1970, con pequeños cambios en 1988, es hoy la más usada a efectos estadísticos y definía un Alcalatén que incluía tres municipios del Maestrat: Vistabella del Maestrat, Atzeneta del Maestrat y Benafigos. En 2022 estos tres municipios fueron desgajados de la comarca e incluidos en el Alt Maestrat. L’Alcalatén ha quedado así reducido al tamaño de la histórica Tinença homónima y aproximadamente a la cuenca del río de Llucena, también llamado de l’Alcora. Este último río desemboca en la Rambla de la Viuda, que delimita L’Alcalatén por el este.

Una economía condicionada por la cerámica

Al pie de Penyagolosa, sobre su falda SE, las fracturas de la cobertera mesozoica han dejado a la vista un afloramiento triásico del Keuper que, por su dimensión, puede considerarse como una unidad específica de relieve: el Diapiro de L’Alcalatén. A grandes rasgos el diapiro coincide con la comarca histórica de la Tinença de L'Alcalatén, aunque tiene ramificaciones por comarcas vecinas. Los blandos materiales triásicos, como las arcillas, margas y yesos, fueron atacados por la erosión de los ríos de Llucena (y de Villahermosa), y excavaron profundas barrancadas.

La magnitud del diapiro y las propiedades industriales de sus arcillas lo convirtieron en primer lugar en un factor de localización de la artesanía cerámica, en l’Alcora, durante los siglos XVIII y XIX, y posteriormente de la industria azulejera en la propia Alcora y sus vecinas Onda y Castelló, durante la primera mitad del siglo XX, para finalmente expandirse por La Plana a partir de 1960.

Pirámide de Población de l'Alcalatén sin l'Alcora y la Comunitat Valenciana. 2022.

Pirámide de Población de l'Alcalatén sin l'Alcora y la Comunitat Valenciana. 2022. / Estepa-UV

Las comunicaciones son aceptables entre l’Alcora y el resto de municipios de l'Alcalatén, a excepción de Xodos, a los pies de Penyagolosa, que es menos accesible al encontrarse a mayor altitud y más alejado. La agricultura predominante es la de secano: olivos, almendros, algarrobos y, en Les Useres, viña. Cabe destacar que el vino de Les Useres es reconocido por su calidad.

La base económica actual de la comarca es la industria cerámica azulejera. L’Alcora es el principal núcleo industrial, aunque Llucena y Figueroles también producen azulejos a pequeña escala. La presencia de arcillas y la tradicional producción artesanal fue un reclamo para que en 1727 se instalara en l’Alcora la Real Fábrica de Loza Fina y Porcelana o Real Fábrica del Conde de Aranda, promovida por la dinastía borbónica. Durante los siglos XVIII y XIX su producción imitó y compitió con la de Meissen (Sajonia) y llegó a ocupar hasta 500 personas en las décadas centrales del siglo XVIII. La cerámica de L'Alcora viajó por tierra a la Corte y a toda España, y por mar a media Europa y a las colonias americanas. Junto a la empresa había una escuela donde se formaban especialistas en modelado o pintura que, a menudo, establecían su propio taller fuera de la jurisdicción alcorense, normalmente en Onda o Ribesalbes. De esta expansión deriva la actual industria azulejera de la Plana, donde Onda y l’Alcora destacan por su capacidad de producción y número de empresas a escala global.

Patrimonio cultural y rutas

El territorio comarcal acoge un interesante patrimonio, como los Bienes de Interés Cultural del Castillo de L’Alcalatén de L’Alcora y el Sitio Histórico de la Real Fábrica del Conde de Aranda. Además, cabe mencionar la romería penitencial de Els Pelegrins de les Useres al santuario de Sant Joan de Penyagolosa y el propio camino usado para la romería, que está declarado Monumento Natural por la Generalitat Valenciana.

Xodos y la Roca.

Xodos y la Roca. / Foto Antoni Martínez Bernat

Para conocer l'Alcalatén el visitante dispone de varias rutas de senderismo reconocidas. El Sendero Gran Recorrido GR-33 transcurre por Xodos y Les Useres; y en este municipio encontramos el Sendero de Pequeño Recorrido PR-CV-316. En Llucena se dispone de las PR-CV 326, 327 y 328. En Figueroles, la PR-CV-341. Y en l'Alcora, la PR-CV-120, y la Senda Local SL-CV-90.