La montaña alicantina. Despoblación en sierras y valles béticos

La despoblación de los municipios de la Muntanya es evidente, pues se ha reducido un 60 % los habitantes de principios del siglo XX. Contrasta con el interés mostrado por “nuevos pobladores”, entre los que destacan extranjeros del centro y norte de Europa

Paisaje de montaña y abancalado de Confrides.

Paisaje de montaña y abancalado de Confrides. / Foto RodolfoFerrer

Cátedra AVANT. Universitat de València / Javier Berenguer. ESTEPA-Universitat de València

La Montaña Alicantina, o simplemente La Muntanya, se localiza en la zona nororiental de la provincia de Alacant. Desde el punto de vista físico, constituye la prolongación de las alienaciones montañosas béticas, de dirección suroeste-noreste, y aglutina buena parte de las comarcas del Comtat, l’Alcoià, la Marina Alta, la Marina Baixa y parte de l’Alacantí.

Esta delimitación comprende sierras como la de Mariola, Font Roja, Albureca, Gallinera, Mostalla y Segària en la parte septentrional, o las del Cabeçó d’Or, la Penya Roja, la Serrella, Aitana, y el Maigmó en la meridional. Las elevaciones más destacadas son: Aitana (1.559 m.s.n.m.), el Puig Campana (1.408 m.s.n.m.), el Montcabrer (1.390 m.s.n.m.), el Pla de la Casa (1.379 m.s.n.m.), el Menejador (1.352 m.s.n.m.) y el Cabeçó d’Or (1.207 m.s.n.m.).

Fleix Vall de Laguart.

Fleix Vall de Laguart. / Rodolfo Ferrer.

El extremo occidental está delimitado por la fosa tectónica del Vinalopó y el oriental por el Montgó, el Cap de la Nau y el Penyal d’Ifac. En la zona externa del sistema bético se presentan una sucesión de sierras, hoyas y valles de dirección SO-NE. Se distingue por unas estructuras especialmente simples, que dan como resultado una topografía donde se alternan sierras anticlinales, compuestas por rocas duras cretácicas y por valles sinclinales, cubiertas de sedimentos miocénicos.

Los relieves del noreste alicantino configuran una unidad física singular, configurada por alienaciones montañosas y valles orientados de suroeste a noreste, que han condicionado el modo de vida de sus habitantes durante siglos

Estas sierras mantienen una predominante orientación SO-NE y generalmente son de forma estrecha y alargada, lo cual favorece la división de cuencas hidrográficas como las de los ríos Girona, Gorgos-Xaló, Guadalest-Algar, Amadòrio y Montnegre desde Mariola y Aitana; y dos de los principales ríos autóctonos de la Comunitat Valenciana: el Vinalopó y el Serpis, convirtiendo así a la Muntanya en el principal nudo hidrográfico de ríos autóctonos de la Comunitat.

Economía agrícola y despoblación en la Muntanya

La economía agrícola ha constituido la base de los valles interiores de la Muntanya desde su colonización. Predomina el paisaje de abancalamiento escalonado, formando graderías. Aunque en esta zona se ubican grandes superficies de secano, la transformación y tendencia hacia el cultivo de regadío en el sector nororiental, se ha ido expandiendo hacia el sector meridional y en los valles de interior, donde en la actualidad se ubican también cultivos de regadío.

Sin embargo, la economía tradicionalmente ligada a la agricultura se ha ido abandonando progresivamente, por falta de relevo generacional. La menguante actividad agrícola se ve complementada por una nueva función, la del turismo residencial, principalmente de ciudadanos jubilados del norte y centro de Europa, en particular de Reino Unido y Alemania, que deciden establecer su primera residencia en la Muntanya. De la misma manera, la ganadería ha ido perdiendo importancia y en actualidad se puede considerar más bien escasa.

Pirámide de población de la Montaña Alicantina y la Comunitat Valenciana. Año 2022.

Pirámide de población de la Montaña Alicantina y la Comunitat Valenciana. Año 2022. / Estepa-UV

Ya en el siglo pasado empezó el proceso de despoblación en los municipios de la Muntanya. En 1900 había unos 27.000 habitantes, unos 20.000 en 1960, y unos 11.500 en 2022. Durante las primeras décadas del siglo XX predominó un proceso de emigración hacia el extranjero (como Argelia y Estados Unidos), para más tarde dirigirse hacia ciudades como Barcelona, València, Alacant o Alcoi, y en la actualidad, hacia los principales núcleos turísticos del litoral próximo, como Benidorm, la Vila Joiosa, Dénia o Xàbia.

En consecuencia, encontramos varios municipios con menos de 50 habitantes como Famorca y Tollos; que no alcanzan los 150, como Fageca, Benimassot, Almudaina o Benillup; o los 200, como por ejemplo la Vall d’Alcalà, Benifato, Benasau o Balones. La deficiente accesibilidad con los grandes polos de población y la falta de unas infraestructuras de comunicación adecuadas generan dificultades para el asentamiento de población en esta parte del territorio alicantino, sobre todo joven. La topografía accidentada genera dificultades para la circulación de personas o mercancías y su naturaleza montañosa ha propiciado que este territorio quede relativamente aislado. La población actual representa el 40 % de los residentes en 1900.

Despoblación en la Montaña Alicantina. Período 1900-2022.

Despoblación en la Montaña Alicantina. Período 1900-2022. / Estepa-UV

Los habitantes mayores de 60 años representan el 42 %, mientras que la media para la Comunitat Valenciana es del 26 %. La densidad de población apenas es de 17 hab/km2. La pirámide de población muestra claramente el envejecimiento poblacional y se aprecia como a partir de los 55 años la población es porcentualmente mayor que en la media del territorio valenciano y, hasta los 45 años, menor. En los últimos 20 años se ha reducido en aproximadamente un 7% la población en territorio, mientras que para el conjunto de la Comunitat Valenciana ha crecido un 23%.

Un patrimonio rural de interés

La Muntanya Alacantina, históricamente conocida como la Muntanya del Regne de València, ha estado poblada desde tiempos prehistóricos. La presencia humana en tiempos pasados ha quedado patente en los asentamientos y prácticas agrícolas de la actualidad. Los abancalamientos de piedra seca, el aprovechamiento de los recursos hídricos para el regadío local y la configuración de los núcleos de población así lo atestiguan.

Benifallim

Benifallim / Foto J.V.Aparicio

Los cultivos de almendros, olivos y viñedos en el secano junto a los cítricos en el regadío conforman un espacio, que, unido a un patrimonio cultural de contrastado valor, compuesto por pequeños núcleos de población elevados con callejeros estrechos, restos de fortificaciones y castillos, alquerías moriscas, ermitas, neveros o riuraus, proporcionan contenido a uno de los territorios de mayor riqueza cultural y con mayor identidad de la Comunitat Valenciana.

Red de senderos

Una densa red de senderos permite conocer e identificar los paisajes de esta parte del territorio de los valencianos: en el Comtat, por ejemplo, los Pequeños Recorridos 22, 23, 24, o 168, en Alcoleja, Benasau, Quatretondeta, Benimassot, Facheca, Famorca, o Tollos; en la Marina Baixa, los PR-CV 10, 18, 19, 20, 21, 22, 49, 145, o 146, en Confrides, Sella, Benifato, Castell de Guadalest, Bolulla o Tàrbena; en la Marina Alta, los PR-CV 43, 49, 147, 158, 167, 168, o 445, en la Vall d´Alcalà, la Vall de la Gallinera, la Vall d´Ebo, Benimaurell, Benidoleig o Castell de Castells; y la SL-CV-92 de Orba.