Dentro de las actividades realizadas con motivo de la celebración del 8º Aniversario del Instituto Confucio de la Universitat de València, destaca la exposición Escenario Prestado del artista Kun Xiu (Hunan, China, 1987). La muestra que se presenta en la Sala del Tossal está formada por un vídeo y una veintena de fotografías de diferentes tamaños. Imágenes y sonido en una suerte de obertura, creando una sensación de plenitud y armonía con la naturaleza.
Una excelente exposición que nos acerca a las diferentes lecturas del arte contemporáneo que manan del gigante asiático. Con tintes abstractos en su composición técnica las fotografías nos alejan totalmente de aquel tipo de pintura bautizada como «realismo cínico» o «pop político», que sobrevino conjuntamente durante las últimas décadas en relación directa a los cambios políticos y económicos del país teniendo su apertura europea con las bienales de Venecia de 1999 y 2001, y sobre la que avistamos ya cierto hartazgo.
Aparentemente, la visión del artista chino Kun Xiu, al menos las que conforma estas últimas fotografías, es la de una naturaleza alejada del ser humano. La concepción oriental de lo abstracto y lo concreto en una llamémosla sintoísta relación entre la escena y la emoción humana reconduce a la fotografía hacia un impulso casi «romántico», que funde el espíritu del hombre con lo natural. Reconciliando la trágica quiebra con la naturaleza del hombre moderno.
En la sala de la antigua muralla, las piedras ocultan un pedazo de naturaleza: Bosques, selvas, montes, ramajes, nubes, plantas, ríos donde guarecerse en el paisaje interior de sí mismo, descubriendo a través de la mirada otro paisaje externo e ignoto. Una videoinstalación es acompasada por la música de Konstantin Trokai, 02 cdc2 de su álbum, Sounspital; reproduciendo el ruido del viento, de las ramas, de las hojas, dando sensación de infinitud, de mundo sin barreras, de sentimientos desmedidos.
Alejado de cualquier registro digital, las fotografías juegan con la abstracción consiguiendo tridimensionalidad mediante la exposición lumínica. Para ello, se sirve de un tratamiento de revelado analógico donde el uso cromático evoca paisajes chinos dibujados a la manera tradicional, consiguiendo confundir al visitante que podría imaginarse frente a tradicionales pinturas. La propia naturaleza actúa como hilo conductor sin olvidar la naturaleza estética de la técnica compositiva como libertad de expresión artística alejada de conceptualismos al uso. Porque como es consabido la libertad de expresión y artística representa la mejor garantía de la calidad de cualquier discurso artístico.
