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Matemática pura

uando alguien es la máxima autoridad mundial sobre Johann Sebastian Bach como John Eliot Gardiner, dice las cosas que dijo en el reciente reportaje de Alfons García. Cuando alguien es un papanatas que lo que pretende es impresionarte, comienza por decir que Bach es matemática pura.

Que Bach es matemática pura es lo que suelen farfullar todos los que no tienen ni idea sobre el compositor, digamos que para sentar las bases. Pero buen hombre, Bach es matemática pura como lo es Wagner, como también lo es Falla y hasta puede que el Maestro Rodrigo.

Aunque el Maestro Rodrigo a lo mejor no, porque lo vi yo una vez en la tele en blanco y negro, en un programa de variedades en directo desde un garito al aire libre llamado Florida Park (creo), y va y estaba allí en una mesita el Maestro Rodrigo (bravo Maestro Rodrigo, bravo, bravo y todo eso), y entonces sacan a uno a cantar, Nosequé Anthony o Anthony Nosequé, que canta el tío el Concierto de Aranjuez. Encerrona. Mira, al Maestro Rodrigo le mudó la coló (y recuerden que estábamos en B/N), se cogió un cabreo negro, no supo aguantar el tipo y a mí no me pareció bien.

Porque el purismo está muy bien, pero a mí me parece que lo bastardo es lo que suele traer lo nuevo (aunque tampoco era este el caso). Nuevo, bien por un proceso de destilación, bien por uno de academización (con lo cual va a retrotero y por tanto no es tan nuevo). Pero al margen de esto, si al Maestro Rodrigo no le gustaba una versión cantada de su obra (o cantada por este individuo), que no hubiera autorizado la venta de los derechos Aunque seguro que a los royalties que la versión generaba no les hacía tantos ascos, ¿a qué pues tanto cabreo?

Así que por esto decía que el Maestro Rodrigo de matemática pura puede que no, pero estrictamente en aritmética (ya sabes: multiplicaciones, divisiones, porcentajes) debió de ser un lince. Y ahora que me acuerdo lo que me había traído aquí era la matemática pura y la música (y Bach también) y es que los músicos citados, y los no citados, y ya no sé si el Maestro Rodrigo, son matemática pura, así como caracolas y caracoles, estrellas de mar, el cuerno del rinoceronte (como vería muy bien Dalí), paralelos y meridianos (y la diezmillonésima parte de su cuadrante), la elíptica, las galaxias espirales (y las otras también), y en fin, todo, todito todo, en el universo es (habría que decir que se rige por las leyes de) la matemática pura.

Ante tan profunda manifestación científica, me refiero a la del muchacho que me vino con el rollazo de Bach, solo se me ocurrió pedir otra cerveza, pero esta más grande (porque en un bar estaba), y musitar tímidamente, que ya que lo decía, para mí Johann Sebastian Bach y sus Conciertos de Brandenburgo eran la cumbre, pero que sentía predilección por las Variaciones Goldberg, sobre todo en las versiones de Glenn Gould, a las que además encuentro muy apropiadas para, tú ya me entiendes, y fue en ese momento cuando el experto en Bach dejó de serlo.

De modo que un experto en la matemática pura de Bach y no conoce las Variaciones Goldberg. Estamos rodeados.

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