¿Es posible llevar a cabo un proyecto editorial en plena era audiovisual basado en la teoría escrita y compleja? ¿Hacerlo además en formato revista cuando todos se han adherido a las plataformas digitales? ¿Y desde un ámbito cultural periférico y minoritario -no nos engañemos- como Valencia?
Parece ser que sí. La revista Concreta, cuyo cintillo reza «Sobre creación y teoría de la imagen», ha alcanzado su séptimo número semestral, es decir que camina hacia su cuarto año de vida, y sus impulsores se muestran del todo optimistas gracias a la buena acogida que tiene en las librerías especializadas y al incremento de las suscripciones desde muchos puntos del país. De hecho, la revista ha propiciado también la publicación de nuevos productos como una colección de libros de artista.
Concreta es la aventura editorial de una reconocida pareja dedicada al arte, la que forman Pep Benlloch y Nuria Enguita Mayo. Él fue el alma de una galería pionera en la difusión de la fotografía, Espai Visor, lenguaje artístico que introdujo también en la facultad de Bellas Artes y cuyo prestigioso máster todavía dirige. Enguita es una de las conservadoras de la época dorada del IVAM formada junto a Vicent Todolí, desde donde se aupó a la dirección de la Fundació Tàpies para recalar desde hace unos meses al frente del proyecto técnico-artístico de Per Amor a l´Art que tripula Susana Lloret.
A pesar del compromiso plástico de ambos, Concreta es una publicación que busca desde sus orígenes un diseño austero, casi ascético, porque aunque buena parte de los textos que edita se centren en el análisis del fenómeno de la imagen concentra su interés en el desarrollo textual de dichos análisis. El resultado es una revista consagrada al contenido teórico, con muy pocas concesiones gráficas y un aspecto general que recuerda la mítica revista de los años 60, Cuadernos para el diálogo, desde la que la democracia cristiana se opuso combativamente al franquismo.
Algo de batalla resistente hay en el proyecto de Benlloch-Enguita frente al progresivo empobrecimiento cultural, convertidas las artes en un reduccionismo plástico dedicado al entretenimiento o el mercantilismo, desaparecido el compromiso crítico que debe acompañar a cualquier creación artística legítima.
El proyecto de Concreta ha ido creciendo poco a poco y sumando firmas de prestigio. Enric Mira o Xisco Mensua acompañaron la aventura en sus inicios, personajes como Joan Fontcuberta o Jeff Wall han sido entrevistados en profundidad y ensayistas de referencia como el filósofo y teórico del cine Jacques Rancière, la historiadora del arte pop Lucy R. Lippard o el fulgurante Peter Osborne, considerado el heredero en el campo estético de la Escuela de Frankfurt, han accedido a colaborar en sus páginas.
