Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Arte

Mayoría de edad por un arte joven

Se cumplen dieciocho ediciones de la convocatoria de arte joven realizada por una galería privada, para cuya ocasión ha seleccionado 17 artistas de entre más de 500 aspirantes.

Mayoría de edad por un arte joven

Se cumplen dieciocho ediciones de esta convocatoria internacional de jóvenes artistas. Aún recuerdo la sorpresa y el revuelo que supuso el arranque de esta entonces singular iniciativa en una galería que trabajaba con una nómina de artistas tan maduros como consolidados. No era nada habitual esta incursión privada en un ámbito abrumadora mente explicado por las instituciones públicas. A buen seguro, daría para mucho más que un artículo revisar los artistas que fueron seleccionados en sucesivas convocatorias... Pero hoy nos vamos a limitar en estos 17 artistas que han salido triunfantes tras una ardua criba entre los más de quinientos presentados desde diversas procedencias geográficas. La selección, realizada por Olga Adelantado, evidencia una visión informada y ajustada a las directrices generales de la galería. Pintura, fotografía, escultura, instalación y vídeo despliegan sus posibilidades expresivas y conceptuales a lo largo y alto de distintas salas.

En la planta baja, destacan las fotografías muy pictóricas de Iñaki Domingo, la instalación de María León, dándole la vuelta a lo cotidiano entre lo utilitario y lo legible. Cuando uno va a subir las escaleras, seguramente se verá sorprendido por una pieza site-specific de Florencia Caiazza (Buenos Aires, 1982) que anticipa su presencia también en las salas 3ª y 4ª. Precisamente Caiazza ha sido premiada con exponer en el Boiler room, en julio de 2017. Su trabajo entrecruza poéticamente lo escultórico, el espacio, materiales pobres y procesos temporales.

Más arriba, Alejandro Ginés presenta tres evocadoras construcciones de su serie «Plan de fuga», mientras que la holandesa Hilda Onis juega -nunca mejor dicho- con materiales diversos, para recrear una divertida fuente en la que ensambla objetos veraniegos y recuerdos infantiles. En pintura, bien representada, Alejandro Botubol y Carlos Correcher se desenvuelven con sensibilidad y eficacia en sus respectivos lenguajes, mientras que el italiano Martin Piolatti contrapone el blanco y el negro de unas obras bidimensionales de clara intención objetual y materialidad escultórica. En definitiva, una refrescante colectiva estival con visos de seriedad y profesionalidad muy de agradecer.

En la superior «sala de máquinas» (Boiler Room), la también argentina de origen, Luciana Novo (Córdoba, 1981) formada y afincada en Valencia, despliega su instalación Posibilidad de un paisaje en la que funde unos sorprendentes vaciados de hormigón, el cromatismo fascinante, y un perfume creado exprofeso por un perfumista. El conjunto genera una visión cercana a la fantasía que contradice la pesada estructura material que parece flotar suspendida sobre aguas o nubes de la superficie forrada con papel. Paisaje generado en el propio espacio expositivo que se ha visto ocupado y transformado diariamente por la artista que iba dando forma a esta personal construcción repleta de posibilidades expresivas, oníricas incluso. Invitación sensorial frente a la que la imaginación sobrevuela ligera entre esas montañas extraordinarias.

Compartir el artículo

stats