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Bibiana Collado

«Violencia» es un libro crudo y terrible, que poetiza líricamente situaciones de nuestra más inmediata realidad.

Bibiana Collado

La violencia contra la mujer fue tratada por la épica homérica, como la violencia de la mujer fue tratada por la tragedia ática. Bibiana Collado (Burriana, 1985) se atreve a dar tratamiento lírico a un tema que parece territorio propio del teatro, del periodismo o de la novela. Y eso es - junto con el modo de hacerlo- lo que convierte su libro Violencia no en algo actual en sentido frívolo, sino real en el sentido inglés más exacto, que incluye tanto lo temporal como lo metafísico. A partir de una cita de la periodista Joanna Connors e hilvanado a través de unas serie de emblemáticas citas de Blanca Varela, María Victoria Atencia, Ida Vitale y Juana Castro, Violencia es un libro de interior exteriorizado que funciona como una radiografía de los daños físicos y espirituales sufridos por la mujer que habla aquí desde la máscara y el altavoz de su persona poemática. De ahí que la palabra y el lenguaje adquieran aquí un especial protagonismo, que no es el que habitualmente en la poesía suelen tener y se les asigna, sino otro, en el que lo que se subraya es el modo en que se constituyen en formas de poder: El lenguaje nos niega la rabia del vencido,/condenándonos al llanto blando de la pérdida. El lenguaje, pues, como origen de una heredada contusión, socialmente aceptada, que se transmite de madres a hijas y que se perpetúa incluso dentro de lo que llamamos modernidad, como si en él no hubiera sitio para la barbarie. El miedo -las dictaduras de todo tipo lo saben muy bien- es el mayor enemigo de la libertad, porque la pudre. Quien habla en estos poemas lo hace desde un miedo congénito que la lleva a temerse a sí misma, a su cabeza y a su angustia: Al dolor puesto en duda en boca ajena. Y a lo que es peor: a esconderse en su letra y a hablar como desde una celosía temiendo la peligrosa palabra colectiva. Desde una voluntad de denuncia, pero sobre todo desde un deseo de cambio - como en «Ejemplaridad»- Bibiana Collado escribe desde la misma contradicción del habla y desde una instancia de discurso que es arrullo y aullido a la vez y que muestra cómo lo primero puede acabar convertido en lo segundo, como desde el carmen 85 de Catulo sabemos. La asunción de una conducta inculcada y aprendida (que todo fuera como yo/ creía que había sido antes) lleva a la persona poemática del libro a emprender el error que supone el regreso (yo vine /pensando en volver) y a advertir que la propia voz es un lugar que se abandona y, por tanto, a que su decir sea un esconder/ lo que pasó tras un férreo enrejado. Tras esa paulatina anulación sufrida el yo se recompone e inicia una elaboración de lo vivido, que concentra en la tercera parte del libro los poemas de mayor intensidad emocional («Casa», «Golpe 01», «Golpe o2», «Postgolpe 01», «Postgolpe O2») y a lo en «Nota a pie de página» se define como «violencia sobre la palabra y el lenguaje», patente sobre todo en la serie de neologismos de «La mediación indispensable». La cuarta parte, titulada «Decir roto2 - como podría haberlo sido el libro- contiene poemas no menos impactante, como «Hombría» o «Calcomanía», al que pertenecen versos como éstos: A veces repaso con boli los/ bordes de la herida, /como si la tinta azul/fuera capaz de contener/la expansión del morado. «Fake» es una clara ironía jurídica y «Cabeza chocada contra el suelo», una crónica de la sección de «Sucesos». Violencia es un libro crudo y terrible, que poetiza líricamente situaciones de nuestra más inmediata realidad. Alguien podría definirlo como «poesía social». Pero pienso que pertenece a lo que antes se llamaba «poesía de costumbres», que es donde encuentra su sitio y su lugar.

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