Una de torreznos y un carajillo

‘Anamnesis’ es la nueva entrega de ‘Las aventuras del Capitán Torrezno’, la magna serie de Santiago Valenzuela, Premio Nacional del Cómic 2011 con ‘Plaza elíptica’.

Una de torreznos y un carajillo

Una de torreznos y un carajillo / álvaro pons

Álvaro Pons

Allá por el 2001, el mundo se entretenía en sesudas discusiones para ver si el cambio de milenio llegaba con el cambio de unidad y, por tanto, con su consiguiente Armagedón, habida cuenta de que la rotundidad de la cifra del año anterior había sido de lo más desaborida, un ni fu ni fa por mucho que las predicciones hablaran del colapso informático y, con él, de esta civilización nuestra. Así que es lógico que, con semejantes distracciones, muchos no atendieran a que una pequeña editorial de Onil ponía en las estanterías de las librerías un tebeo de nombre Horizontes Lejanos. Teníamos que ir a la primera página para saber además que aquél era el primer volumen de Las aventuras del Capitán Torrezno, y pasar a la siguiente para quedar prendados.

Nadie nos avisó de lo que seguía: un personaje que solo recordaba estar acodado con un anísito en la barra del Denver y que aparecía después en un extraño mundo desértico donde una civilización de romanos, conquistadores españoles y samuráis convivían en alegre anacronismo, enmarcados en un escenario de inquietantes estructuras gigantescas sacadas del mobiliario de una casa de barrio humilde de los años 70. El misterio iba creciendo con la aparición de referencias y personajes sacados de la cultura popular, de los tebeos Marvel a Star Wars, todo condimentado con la visión cazallera de un protagonista más preocupado por la última copa en su bar de cabecera que por siquiera entender dónde diablos estaba. Pero los lectores comenzábamos a descubrir que Torrezno estaba atrapado en un mundo en miniatura que había surgido por generación espontánea en el sótano de un vecino, José Hilario, reconvertido en dios omnipresente de por unos diminutos habitantes que rezaban entregados a su gigantesco DNI. Y, sin saber muy bien dónde nos metíamos, teníamos claro que queríamos más: daba igual que el dibujo fuera abigarrado y que las páginas rebosaran textos interminables, porque estábamos asistiendo al milagro en directo de la creación de un universo. Santiago Valenzuela se erigía en demiurgo de un relato-río que cumple ya dos décadas –casi tres si contamos sus inicios en el fanzine Jarabe- y llega a su undécima entrega, Anamnesis (Astiberri), manteniendo intacta esa capacidad de reescribir la historia universal como una lectura desde la cultura popular, desde la evolución del cómic, con una coherencia interna excepcional y un derroche de ideas como nunca antes se había visto en la historieta desde los tiempos en que Fred creara los mundos de las letras para Philemon. Es imposible contabilizar los guiños, las referencias o los homenajes que impregnan cada viñeta de Torrezno, pero quedan en segundo plano cuando nos damos cuenta de la mordaz ironía que esconde cada uno de esos viajes de fantasía por Deeneim y las ciudades que pueblan el cubículo del sótano: el autor no deja títere con cabeza y cada paso es una brutal sátira de la realidad circundante, una profunda reflexión desde la filosofía más documentada, escrita mientras se degusta un carajillo de Magno que cuesta arrancar de la pegajosa barra de bar. Anamnesis nos devuelve el mejor Torrezno con un autor inspirado en lo gráfico, con composiciones barrocas que pervierten la narrativa lineal sin renunciar al seguimiento canónico de los clásicos de la ciencia-ficción y la fantasía, reescritos desde la cotidianeidad de las calles del Madrid más castizo y canalla, ahora parte de una inmensa enciclopedia de la humanidad donde las páginas de Historia, Arte, Cómic y Cultura popular, antes siempre asépticamente separadas, se han fusionado con lujuriosa pasión desenfrenada para dar a luz a la saga más imaginativa (y vitriólica) del cómic europeo en lo que llevamos de siglo XXI.

Aprovechen porque Astiberri reedita además la saga desde su primera entrega en una cuidada edición recopilatoria.