El ayuntamiento es considerado en los pueblos como la casa de todos, el hogar municipal de los vecinos y vecinas. Los nuevos tiempos políticos estipulan que las casas consistoriales deben ser ejemplo de transparencia y participación y para ello es esencial que se abran las puertas (en sentido figurado pero también literal) para que la ciudadanía pueda conocer las gestiones que realizan aquellos que están sujetos al servicio público. «Queremos realizar una operación con la entidad local propietaria del ayuntamiento para convertirlo en un edificio público y poder disponer así de una casa consistorial». Las palabras son del alcalde de Alfarp, Santiago Cervera, que se reunió recientemente con el diputado de Cooperación Municipal, Emili Altur, con el objetivo de reclamar ayuda a la Diputación de Valencia para acabar con una reclamación histórica: que el municipio cuente con un ayuntamiento en propiedad. Desde hace años la casa consistorial se sitúa en un edificio de la Sociedad de Montes, que lo cedió para que se establecieran las dependencias municipales.

En la reunión, Cervera también expuso al diputado que Alfarp necesita un auditorio que el consistorio habilitaría como un edificio polivalente, donde se incluiría el hogar del jubilado y una biblioteca.

Emili Altur informó de que estudiará las posibilidades de ayudar al municipio ribereño y destacó la importancia de «que sean los propios ayuntamientos los que detecten las necesidades de sus localidades y las trasladen a las instituciones, para poder trabajar de manera conjunta».