Pese a que no resida de manera habitual en Alginet, Elvira Bosch es una de sus vecinas más apreciadas por la población. Por ese motivo, el ayuntamiento le rindió el domingo un sentido homenaje para conmemorar los cincuenta años que lleva como misionera en la República Democrática del Congo. Bosch regresó a España hace unos días acompañada por el embajador español en dicho país, Pablo Montesino-Espartero Velasco.

Elvira Bosch es Hija Predilecta de Alginet desde el año 2009. A sus ochenta años, recibió este nuevo homenaje por parte de su localidad natal. El ayuntamiento organizó un emotivo acto al que no faltaron familiares, amigos y vecinos. La ilustre vecina recibió de manos del embajador la Cruz de Oro al Mérito Civil, que otorga el Ministerio de Exteriores, y la insignia de oro del consistorio. «Se trata de una persona a la que se tiene mucho cariño en Alginet, se merece absolutamente todo», explicó el alcalde, Pepe Alemany.

El aprecio que la población profesa por Elvira se debe, principalmente, al reconocimiento y el respeto que los vecinos tienen por la labor humanitaria que realiza en el país centroafricano desde hace medio siglo. Y lo muestran de manera habitual a través de sus ayudas a la ONG Solidaridad con el Congo Alginet.

Nacida en Alginet en 1936, Elvira ingresó a los 21 años en la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús y dos años después realizó su profesión religiosa. Es diplomada en Magisterio y ha realizado estudios de Pedagogía y Psicología. Partió hacia el país africano hace cincuenta años y, durante todo este tiempo, ha creado cooperativas agrícolas, talleres de artesanía y restaurantes atendidos por discapacitados físicos sin recursos.

La misionera ha ejercido su labor en la población de Lac Matshi, ha permanecido también durante años en las localidades de Mwilambongo, Koshinbanda y en la capital del país, Kinshasa.