La Ribera comienza a tomar consciencia de la necesidad de implicar a toda la sociedad de la comarca en la lucha contra el mosquito tigre y la mosca negra. Cuando, con la llegada del calor veraniego, comienza a hacerse más palpable la obligación de intensificar el control de esta plaga, la Concejalía de Medio Ambiente de Cullera ha dado un paso más para sumar a la ciudadanía al plan de combate contra la expansión de estos temidos insectos, cuya picadura es muy dolorosa. Los vecinos de este municipio recibirán asistencia y asesoramiento para saber cómo actuar en cada caso.

Los ciudadanos que detecten la presencia de focos de mosca negra o mosquito tigre pueden enviar un correo electrónico a mediambient@cullera.es para tramitar su petición. Personal de la empresa gestora contactará con el usuario y determinará si la solución corresponde aplicarla al consistorio, en caso de que provenga de un espacio público, o es responsabilidad del afectado si el foco se localiza en el interior de una propiedad. Los técnicos asesorarán sobre las medidas concretas que hay que tomar para erradicar la presencia de esos molestos insectos.

Cullera aplica tratamientos contra el mosquito tigre y la mosca negra desde el pasado mes de abril y ahora la concejalía los reforzará con un tratamiento aéreo. Este año, además, el control de insectos se ha ampliado a la mosca común, el mosquito común, pulgas y garrapatas. Todo implementado con acciones divulgativas de la mano del Consorci de la Ribera.

El concejal del área, Hugo Font admite que, pese al gran esfuerzo realizado hasta ahora «tenemos mucho camino por recorrer y nos hace falta la colaboración vecinal para localizar los focos y actuar a tiempo».

Mitos y leyendas urbanas

Alrededor del mosquito tigre y la mosca negra «existen muchos mitos que hay que borrar del imaginario colectivo, como por ejemplo pensar que una fumigación aérea es la solución, cuando la realidad es que para evitar la proliferación de la plaga todos los expertos coinciden en que se tiene que actuar antes del verano sobre las larvas». La eliminación total del mosquito es otro de los tópicos. «Desde la Administración lo que hacemos es controlar los focos de cría para conseguir para que la población de mosquitos sea la mínima posible y se reduzca la afectación a las personas», precisa el concejal.

Durante todo el año se revisan los focos de mosquitos en acequias, alcantarillas, fuentes ornamentales y otros puntos con láminas de agua acumulada. Sin embargo, el tratamiento en lugares públicos no es suficiente, puesto que el mosquito tigre cría sobre todo en zonas privadas porque necesita muy poca cantidad de agua para depositar sus huevos.