El nuevo sistema de aparcamiento rotatorio gratuito puesto en marcha en Carcaixent desde el pasado mes de julio, en sustitución de la antigua Ordenanza Reguladora de Aparcamiento (ORA), está provocando numerosas reclamaciones de usuarios que esgrimen la ausencia de máquinas expendedoras en el municipio o de aquellos que han sido sancionados sin que la propia policía pueda comprobar la infracción, ya que los agentes carecen de la aplicación adecuada para ello.

Fuentes policiales reconocen que es un «ridículo espantoso» ante la ciudadanía cuando los ciudadanos denunciados les muestran la aplicación y éstos ni siquiera pueden comprobarlo en sus terminales oficiales porque el Ayuntamiento no les ha dotado del material adecuado. Además de la falta de medios atribuyen esta situación a una total dejadez porque nadie les ha informado para bajar la citada aplicación pese a que dicho sistema lleva funcionando desde julio.

En la mayoría de ocasiones el policía se ve en la obligación de no sancionar y, en los casos que sí se tramitan las denuncias, advierten que el ciudadano tiene pleno derecho para reclamarlas. De hecho, en caso de estudiar los pliegos de descargo el usuario tiene todas las garantías de que le den la razón y eluda finalmente la sanción, según aclararon estas mismas fuentes.

El Ayuntamiento de Carcaixent ha apostado por este nuevo reglamento regulador del estacionamiento de vehículos en la vía pública con limitación horaria, de carácter gratuito, para que los vecinos no tengan que abonar importe alguno pero que sí garantice a su vez la alternancia de coches en las zonas con más necesidad de aparcamiento. Para ello se han delimitado tres zonas.

El tiempo máximo de permanencia con carácter general es de 90 minutos en la zona del centro de la ciudad y en los alrededores del mercado municipal, y en 120 minutos cerca del centro de salud. Transcurrido ese tiempo, el coche tiene que abandonar obligatoriamente el lugar de aparcamiento, aunque puede ocupar otra plaza siempre que esté situada en otro lugar o una calle paralela.

Este sistema sería perfecto si hubiera personal para controlar los posibles incumplimientos del mismo, pero actualmente dicha función recae en los dos agentes que están de patrulla y que a su vez deben velar por la seguridad ciudadana. Esta ausencia de control con dedicación exclusiva provoca que sea imposible acreditar si un vehículo se ha excedido en el límite fijado que deja señalizado el conductor en un disco de control, a través de la aplicación EasyPark (que no tiene la policía) o en una simple hoja de papel. Los policías reclaman la contratación de personal habilitado para ello.