Los menores accidentados la noche del viernes en una de las atracciones de la feria de Guadassuar evolucionan favorablemente. De hecho, dos de ellos regresaron ayer a sus casas tras permanecer en observación en el Hospital de la Ribera toda la noche. La tercera fue trasladada a la Fe con una herida abierta en la pierna y contusión en la mandíbula. Fue operada ya que la primera inspección de los sanitarios que se presentaron al lugar del incidente detectó una posible fractura.

Durante la mañana de ayer, la Guardia Civil examinó la atracción ferial en cuestión. Aunque se intentó que acudiera un técnico de Industria para realizar la inspección pertinente, eso no fue posible, así que se recurrió a un ingeniero que realizara las pruebas periciales correspondientes. Poco después se autorizó a los feriantes a desmontar la atracción, que había sido clausurada poco después de registrarse el accidente.

Los propietarios, afectados

Según ha podido saber este periódico, los propietarios de esta atracción proceden de una familia con larga tradición en el sector, que reside en Guadassuar y que se ha mostrado muy afectada por lo sucedido. También se han interesado repetidamente por la evolución de los heridos.

Todo hace indicar que el incidente se produjo al soltarse un pasador de uno de los vagones de la atracción. En el conocido como Tiffon, los vagones que ocupan los niños oscilan de arriba hacia bajo y, a la vez, giran sobre sí mismos. Afortunadamente, según relataron algunas personas allí presentes, el accidente se produjo cuando la atracción ya reducía su velocidad. En ese momento, se soltó un pasador, lo que provocó que el vagón en el que estaban los tres menores se inclinara, saliendo éstos disparados de sus asientos.

La correspondiente investigación tratará de dilucidar el motivo del accidente ya que el pasador en cuestión no se encontraba roto e, incluso, se pudo volver a pasar correctamente tras el incidente, según las mismas fuentes.

La investigación se encargará ahora de aclarar las causas, aunque la primera hipótesis es el error humano. La atracción realizó las pruebas y la revisión correspondientes antes de ponerse en funcionamiento.

De hecho, el ayuntamiento ha endurecido las exigencias a los feriantes, ya que antiguamente únicamente se presentaba una declaración responsable conjunta, mientras que ahora se hace de manera individual junto a las revisiones técnicas.